Un nuevo hundimiento sacude a la pesca gallega. El Urbegi, barco de artes menores con base en Corme (Ponteceso, A Coruña), naufragó ayer por la mañana a 15 millas de Fisterra tras más de cinco horas de lucha de sus seis tripulantes por intentar achicar el agua que entraba sin parar en la embarcación. Ni el uso de una motobomba impidió que el pesquero se hundiera pasadas las doce del mediodía. ¿La causa? Según indicó la propia tripulación, rescatada por Salvamento Marítimo antes de que se produjese el hundimiento, un fallo eléctrico. Carlos Ordóñez, armador del barco, indicó a FARO tras el suceso que la tripulación vivió "un susto" pero que "todos están bien en sus casas".

El barco salió el día anterior de Corme pero el suceso comenzó a las 7.15 horas de ayer. En ese momento, el Urbegi, barco de 17 metros de eslora y casco de acero pintado de verde, se encontraba a 43 millas al oeste de Fisterra. La tripulación reportó que una vía de agua amenazaba con llevar a pique el barco, por lo que solicitaban ayuda. El centro de coordinación de Salvamento Marítimo en Fisterra envió entonces el helicóptero Helimer 209 y la embarcación Salvamar Altair, que prestó la motobomba con la que los marineros intentaban achicar el agua que entraba de forma incontrolable.

De igual forma, desde Salvamento se informó a todos los buques que se encontraban por la zona para que pudieran asistir al pesquero Uno de ellos, el granelero Tien Fei (con destino a Huelva, bandera de Hong Kong y casi 160 metros de eslora), se acercó al costado del pesquero por si hiciese falta intervenir. Mientras en el Urbegi intentaban controla la vía de agua, Salvamento movilizó también el remolcador Maria Pita.

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Sobre las 8.20 horas, y ayudados por la motobomba, la tripulación informó de que parecía que podían controlar la vía. En ese momento, la idea principal era salvar la embarcación y trasladar al buque a Malpica, según informó Salvamento.

Sin embargo, pasadas las once de la mañana el Urbegi volvía a informar de una nueva entrada de agua que finalmente fue la que acabó hundiendo la embarcación a las 12.43 horas, cuando estaban a tan solo 15 millas de Fisterra. Salvamento trasladó a la tripulación a Camariñas a bordo de la Salvamar Altair. Allí llegaron a las 13.55 horas, sin que precisasen de asistencia médica.

Según las fuentes consultadas, el barco pertenece a dos hermanos conocidos en la localidad de Ponteceso. Carlos Ordóñez, uno de ellos, se encontraba todavía nervioso ayer por la tarde tras el suceso y se mostró reacio a dar alguna información sobre lo acontecido.