"Cinco" bonitos del norte capturados y dos barcos averiados. Es el balance de los primeros días de la costera del esta especie para la volanta gallega, una campaña a la que esta flota se ve obligada a acudir por la escasez de cuotas de merluza. Aunque hasta ayer solo seis volanteros se habían sumado a la pesquería, las sensaciones iniciales hacen presagiar una campaña tan negativa como la del año pasado.

"Este no es nuestro oficio", admite con resignación Ricardo Villar, armador de Cedeira que ayer hacía los preparativos para zarpar rumbo a las islas Azores. Este empresario explicó que los volanteros que ya habían zarpado no pescaron "nada" y dos barcos, uno de Corme y otro de Laxe, ya tuvieron que regresar a sus respectivos puertos tras sufrir averías.