El año 2016 está siendo trágico para el sector relacionado con el mar. El cangués Marcelo Santos Martínez es ya la quinta víctima que se cobra la ría de Vigo desde el pasado 1 de enero. El trágico suceso de ayer devolvió a la memoria a Borja Alonso y Filipe Manuel de Brito, los dos pescadores que continúan desaparecidos desde el pasado 30 de enero, tras el naufragio de su planeadora Látigo en el entorno de las islas Cíes. Le sucedieron intensos días de búsqueda con todos los medios, desde buzos de la Guardia Civil hasta las embarcaciones de Salvamento Marítimo y Gardacostas de Galicia. Sin embargo, los esfuerzos no dieron fruto.

De momento los dos cuerpos continúan desaparecidos y las posibilidades de encontrarlos se redujeron mucho debido a los temporales del invierno, tal y como comentaban ayer los marineros de la comarca que recordaban al vigués Borja Alonso y a su compañero luso. Un golpe de mar les hizo naufragar al sur del archipiélago de las Cíes. Tenían 30 y 33 años respectivamente y, al igual que el fallecido ayer, estaban pescando lubina cuando naufragaron.

Buzo desaparecido

El 17 de abril la tragedia volvió a llegar a la ría. El helicóptero Pesca 1, del Servicio de Gardacostas de la Xunta, rescataba el cadáver de un buzo desaparecido en Vigo. Se trataba de Pablo M.A.B., vecino de Coruxo, de 47 años. El cuerpo fue localizado a 20 metros de la playa de Fuchiños, en donde se centró desde el primer momento el dispositivo de búsqueda.

La cuarta víctima mortal en la ría fue otro buceador. Ocurrió el pasado 24 de abril. Un operativo coordinado por Salvamento Marítimo encontró su cuerpo cerca de la proa del Mar de Marín, un pesquero hundido. El fallecido fue Alexis Macía, un instructor de buceo vigués de 44 años. Macía había desaparecido el día 23 sobre las 17.30 horas cuando realizaba una inmersión técnica al lugar en el que yace el barco hundido Mar de Marín, a casi 50 metros de profundidad. Había acudido en una zódiac al lugar de la inmersión, acompañado del patrón de la embarcación y de otro compañero de buceo. Cuando este compañero regresó a la superficie se percató de que Macía no emergía, por lo que llamó inmediatamente a Salvamento Marítimo.

Con la de ayer en la Costa de Soavela son ya cinco víctimas en un año trágico que todavía no alcanzó su ecuador. Ayer los marineros de toda la comarca volvían a pasar por el mal trago de tener que asumir una nueva muerte de un compañero.