La conselleira do Mar, Rosa Quintana, mostró ayer su "valoración claramente negativa" a la pretensión de la UE de limitar el arrastre en aguas profundas superiores a 800 metros, pues afectaría a 300 barcos gallegos que faenan en el Gran Sol y el litoral cantábrico, mientras que pondría "en juego" 165 millones de euros, "más del 35% de los ingresos de la flota". Apuesta por trabajar por "matizar y minorar" el objetivo marcado por Bruselas y Francia.