La ausencia de jurel en las costas gallegas obliga a la flota cerquera a desplazarse al norte, principalmente hacia el Cantábrico. Una veintena de embarcaciones gallegas ya faenan en estas aguas en busca de anchoa y se espera que durante este fin de semana al menos una treintena más decidan subir también. En concreto, buena parte de la flota con puerto base en Vigo se encuentra en estos momentos en A Coruña o Malpica, puertos en los que descargan sus capturas de cabalón -xarda pintada- mientras deciden si acudir finalmente a por anchoa al Cantábrico.

Las primeras semanas de la campaña de anchoa muestran un balance muy positivo para los cerqueros gallegos que están en la zona. Los armadores destacan que el recurso abunda cerca de las costas de Cantabria y País Vasco, por lo que los buques llegan a descargar hasta 5.000 kilos diarios. El sector indica que se trata de producto de "calidad", por lo que los precios en lonja también son elevados.

"Vinimos para aquí para pescar cabalón porque en el sur no hay nada", lamentó José Manuel Saavedra, presidente de la Asociación Provincial de Armadores de Buques de Cerco de Pontevedra (Cerco), que anunció que "poco a poco" se tendrán que ir desplazando al Cantábrico. "Hoy [por ayer] va a ir alguno. Después vamos a ir más", concretó.

El vicepresidente de Cerqueiros Galegos, Gonzalo Pérez, indica que unos 15 barcos de su asociación -que agrupa una treintena de pesqueros- acudieron a esta campaña. "Algunos fueron al Cantábrico a pescar xarda en marzo y ya se quedaron allí, otros estaban esperando a que mejorase el tiempo y reparando sus buques", explica Pérez. Este armador asegura que los cerqueros llegan a descargar 500 cajas de anchoa al día, unos 5.000 kilos, y que el precio por kilo no baja de los dos euros en lonja. "Depende del tamaño, pero en general son unos precios estupendos", afirma Pérez, que añade que se trata de una campaña fuera de lo "normal", ya que el pescado se encuentra muy cerca de la costa, lo que disminuye los gastos de la flota.

La temporada de anchoa también resulta fructífera para los cinco buques de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) que faenan en el Cantábrico en estos momentos. Una situación momentánea, ya que se espera que entre 30 y 35 cerqueros de esta asociación se desplacen al caladero este fin de semana. "No pueden zarpar hasta que mejore el tiempo", aclara el portavoz de Acerga, Andrés García, que explica que los buques de su asociación descargaron de 3.000 a 5.000 kilos en los últimos días en puertos vascos como Pasaia u Hondarribia. García asegura además que el precio de la anchoa incluso llegó a alcanzar los seis euros.

La campaña de anchoa se divide en dos semestres, del 1 de marzo al 31 de junio y del 1 de julio al 1 de noviembre. La flota del Cantábrico podrá pescar el 90% de las 25.000 toneladas habilitadas para 2016 durante la primera mitad del año, con un tope de 10.000 kilos diarios para las embarcaciones de más de 120 GT (toneladas de arqueo) o una tripulación superior a doce personas, y un límite de 8.000 kilos al día para los que no alcancen estos parámetros. Acerga se opuso a esta distribución, que el Gobierno introdujo por primera vez este año, ya que la considera "discriminatoria" para los buques pequeños.