La campaña de sardina ibérica (Sardina pilchardus) comienza mañana para toda la flota del Cantábrico Noroeste salvo para el xeito, que ya se encuentra en ella. Los cerqueros, por su parte, esperan que la especie aparezca para poder salvar este comienzo de año que comenzó con tímidas capturas por la ausencia de las especies principales en sus redes, sobre todo en el norte de la comunidad. Mientras, el Boletín Oficial del Estado (BOE) hizo público el sábado las disposiciones de ordenación de la pesquería de sardina, en las que recuerda que este año el tope mensual será de 750 toneladas al mes para toda la flota, teniendo los barcos del Cantábrico una limitación de 3.000 kilos semanales por embarcación.
"Tal y como están las cosas si aparece sardina vamos a tener que pescarla", lamenta Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que recuerda que por el norte por el momento no encuentran el jurel esperado -"tan solo alguna pieza grande"- y que están apostando por capturar albacora (bonito). "Se ve muy poco jurel por el momento: en la zona sur se pesca casi con normalidad pero en el norte se está retrasando un poco", comentó García.
Y es que la flota espera como agua de mayo que aparezca jurel, la especie principal de las tres más importantes para el cerco -a las que se suman la xarda y la sardina-. "Lo que queremos es ver si podemos retrasar la pesquería lo máximo posible", indicó el portavoz de Acerga.
Sobre lo que esperan para este año, desde la asociación de cerqueros esperaban "que fuera un año mejor que el pasado". "Sin embargo al rebajar la cuota tendremos que seguir adaptándonos, como siempre", comentó.
Como recoge la publicación del BOE, la cuota de este años es de 14.000 toneladas para España y Portugal, lo que significa una reducción del 26% frente a las 19.009 del año pasado. Ambos países pactaron con la Comisión Europea un máximo de 10.000 toneladas hasta julio para revisar el estado del stock a mediados de año y ver si se puede ampliar o no la cuota.
El año pasado las lonjas gallegas registraron una entrada de 3.307.527 kilos de sardina que alcanzaron un valor de 6.969.758 euros. En cuanto a cantidad estos datos significan un 31,2% menos que hace un año, influidos por la parada del cerco y la menor cuota que en 2014, cuando en las lonjas entraron 4.808.416 kilos. Eso sí, entonces el valor alcanzado fue un 6,23% inferior: 6.535.819 euros.
