Con el crecimiento de la población la demanda de alimentos, incluidos los derivados de la proteína marina, no ha dejado de crecer en la Unión Europea, principal mercado para las mayores empresas pesqueras de Galicia. Para satisfacer tantas bocas, la producción de pescado y sus elaborados deberá elevarse en más del doble hasta 2020. Es la conclusión de un estudio elaborado por la consultora especializada Technavio, de Market Research Store, que estima que este mercado tendrá un crecimiento constante del 2,93% en los próximos cuatro años. Para saciar la demanda creciente la industria de Vigo -líder de España en el sector- debería alcanzar una producción de más de 1,2 millones de toneladas en el mismo horizonte. A cierre de hoy rondan las 600.000 toneladas por año.
El estudio identifica una clara tendencia de mercado: el consumo de productos más saludables. "Los consumidores se están dando cuenta de los beneficios del consumo de productos alimenticios orgánicos", inciden los analistas, que justifican así un hecho relevante: la demanda crecerá por encima de las perspectivas de consumo general de los hogares (la eurozona continúa dominada por la atonía macroeconómica) y más del doble que en el arranque de 2015, cuando aumentaba un 1,3% en España. De acuerdo a la información elaborada por Alimarket, las veinte primeras firmas del sector -doce de ellas de Pontevedra- comercializaron 566.750 toneladas en 2014, entre los que destacaron Pescanova, Pescapuerta, Profand, Iberconsa, Pereira, Mascato, Fandicosta, Interatlantic o Casa Botas. A estos operadores habría que sumar otros más pequeños como Alfrío, Cabomar o Galaustral, que permitieron superar la barrera de las 600.000 toneladas.
Como destaca el estudio, es el segmento de alimentos ya preparados (con base de pescado o marisco) los que más crecerán hasta alcanzar una cuota del 45% del total y en detrimento de la pesca solo congelada. "La demanda en este caso seguirá estable dentro del pronóstico de crecimiento", incide Technavio. Para los expertos el reto, al margen de la pesca ilegal, es precisamente la mejora en la oferta con un mayor abanico de productos. Es la estrategia que quieren seguir dos referentes de la industria como Pescanova, con Ignacio González al frente, o Iberconsa, que planifica la integración de la división de elaborados de Isidro de la Cal pero sin relegar el segmento de merluza congelada, donde es líder mundial.
Firmas como Fandicosta -31.000 toneladas comercializadas- ya disponen de tres líneas claras de producto: solo congelado "sin conservantes" (Maremundi), naturales y con solo un glaseado (Cúidate +) y otros elaborados (Natural Sea). Desde el sector apuntan que el objetivo es "ganar en valor añadido" y con una oferta que vaya más allá "de los típicos rebozados. El patrón de consumo cambia". Y, ya sea de procesado o solo una trader, la industria viguesa deberá depender aún más de las importaciones y de la acuicultura para crecer de acuerdo a la demanda.
Según los registros de la FAO la pesca extractiva por parte de la flota española lleva años invariable sobre el millón de toneladas por ejercicio, de modo que la dependencia exterior será más elevada. Unido a esto, y en favor de Pescanova, deberá aumentar de forma exponencial la producción de pescado en granja. El problema, que el gigante de Chapela solo dispone de langostino, rodaballo (con escasa demanda) y tilapia tras haber perdido sus filiales salmoneras de Chile.
