El buque militar español Atalaya zarpó ayer desde los muelles del Arsenal Miliar de Ferrol para emprender viaje rumbo a las aguas de África occidental y Golfo de Guinea, en donde tiene previsto permanecer a lo largo de los próximos de tres meses, realizando operaciones de seguridad marítima, dentro del Plan de Diplomacia de la Defensa.

Este patrullero de altura permanecerá integrado en la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, dependiendo del Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima, desarrolladas por el Ministerio de Defensa, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y la Armada.

Según las previsiones que manejan los responsables militares, este despliegue se dividirá en tres fases. La primera de ellas abarcará hasta mediados del mes de marzo y que comprenderá el transito hasta el Golfo de Guinea e incluirá la colaboración mutua en materia de seguridad cooperativa con Mauritania y Cabo Verde.

En una segunda fase, el buque permanecerá en aguas del Golfo de Guinea y llevará a cabo actividades de apoyo militar en el ámbito marítimo con Camerún y Ghana, con la identificación de los riesgos de su entorno marítimo, como el terrorismo, tráficos ilícitos, inmigración ilegal y también piratería. En la última, el buque y su dotación realizarán actividades de cooperación, en donde llevar a cabo acciones y ejercicios sobre vigilancia conjunta de los espacios marítimos bajo soberanía y jurisdicción