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El temporal daña las arcas de la bajura

La flota, en los meses decisivos del año, deja de ganar una media de 600 euros al día por barco

El temporal daña las arcas de la bajura

Las fuertes lluvias que trajo consigo la semana pasada el temporal que asoló Pontevedra y todo el sur de Galicia causan estragos también en el mar. Pese a que la repercusión suele ser mayor por los desastres que se dejan ver en tierra -derrumbes, corrimientos, desbordamientos de ríos, etc.- la flota también pasó una semana complicada en las Rías Baixas. Salvo los barcos de altura y los cerqueros, que en su mayoría se hicieron a la mar para buscar capturas (sobre todo en el entorno de Bueu), las embarcaciones recibieron un golpe en sus arcas durante la semana pasada, en la que apenas pudieron salir con suerte un único día, el jueves. Los armadores cifran en una media de 600 euros por barco lo que dejan de ganar, lo que se traduce en un daño irreparable en un momento en que se encuentran en los meses decisivos del año en cuanto a capturas y precios.

Así lo explica, por ejemplo, el presidente de la Asociación Gallega de Armadores de Artes Menores (Asoar-Armega), José Luis Rodríguez, que explica que en lo que va de año "nunca se llegó a trabajar durante los cinco días de la semana". "En esta época los precios siempre son más al alza y si no se pueden realizar capturas se pierde gran parte de la cosecha del año", indica Rodríguez. En este sentido, comenta que además de los mariscadores (que tampoco salieron todos los días) y los que se dedican al erizo o la navaja (que son a los que menos les afecta la meteorología), en esta época las embarcaciones que salen a faenar son los que van las nasas, betas, palangrillo y miños.

La importancia del pulpo

Los que más tienen que perder en esta época los naseros que capturan pulpo. "Dependiendo de lo que capturen, porque nunca se sabe lo que puede traer un barco, podrían estar dejando de ganar hasta unos 1.000 euros al día", comenta por su parte Javier Costa, patrón mayor de Cangas. En su caso, que se dedica a la pesca con palangrillo (captura sargos, robalizas, congrios, abadejos...) cree que el temporal les impide ganar "una media de 500 o 600 euros al día". "La pesca con nasas es más complicada, por los lances, por lo que el tiempo influye mucho", apunta Rodríguez por su parte.

Por su parte, los que se dedican al arte de los miños -el más popular y abundante de Galicia- dejarían de ganar una media de 700 euros. Estas embarcaciones no pueden salir a capturar chopo, lenguado o rayas después de haber servido para la campaña de centolla. "Es muy peligroso salir con artes de enmalle, con este tiempo no se puede", sentencia José Luis Rodríguez.

Los mismo sucede en el caso de las betas. Al tratarse también de un arte de enmalle, que lo mismo captura merluza o fanecas que xarda o jurel, el temporal evitó que estas embarcaciones salieran a faenar, por lo que Javier Costa estima que también perdieron una media de unos 500 euros por barco. "Hay que tener en cuenta que las cifras dependen tanto de la captura del día como de los precios que alcancen en lonja, pero la media sería esa", explica por su parte Rodríguez.

En el pósito de Redondela, una de las localidades que más sufrieron el temporal al desbordarse el río Maceiras e inundar calles enteras, su patrón mayor, Clemente Bastos, espera que el tiempo mejore para poder continuar con la pesquería de choco. "Empezamos bien la campaña, pero esta semana solo pudieron salir cuatro embarcaciones un par de días", indica Bastos, que recuerda que ahora está todo lleno de agua dulce y tienen que esperar "a que se vacíe" para capturar el choco. Cada barco captura entre 20 y 40 kilos, que se paga a unos seis euros el kilo.

Más gastos

El responsable de Asoar-Armega añade también que, además de no poder salir, los pocos días que lo hacen "se pierden y rompen muchos aparejos". "Es nuestra herramienta de trabajo y hay que hacer una inversión para repararlas. Si a este gasto le sumamos los que tenemos de Seguridad Social y demás cada mes...", lamenta Rodríguez.

"Lo estamos pasando mal", lamenta Javier Costa. La suya es una cofradía que depende mucho de la bajura y recuerda cuando hace un par de años pasaron una mala racha de casi tres meses con muy mal tiempo que les impidió faenar con cierta regularidad durante la época de Navidad y las primeras semanas del año. "En aquel entonces la cofradía perdió un millón de euros. Eso deja claro cómo afecta a la flota este tipo de días. Y más si se prolongan", explica el patrón mayor.

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