España y Portugal fijan un tope de 14.000 toneladas de sardina (Sardina pilchardus) para este año tras una reunión celebrada el pasado martes en Bruselas entre el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, y el secretario de Estado de Pesca de Portugal, José Apolinário. La Comisión Europea (CE) aceptó la propuesta de ambos países, que también recoge un límite de 10.000 toneladas hasta julio con la idea de poder reservar las 4.000 restantes para la segunda parte del año. De todas formas, los resultados de las campañas científicas que tendrán lugar en primavera serán clave, ya que "podrían permitir reevaluar el estado del stock para 2016 y revisar al alza estas cifras".

La propuesta recoge las "consideraciones precautorias" del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) y también que la campaña comenzará el 1 de marzo y finalizará el 30 de noviembre. Frente a las 19.009 toneladas de las que dispusieron las flotas lusa y española durante el pasado curso, el Gobierno había asegurado en su día que la intención era lograr mantener una cuota similar a la de 2015. Junto a Hermida y Apolinário estaba el director general de la CE para Asuntos Marítimos y Pesca, João Aguiar, que dio su visto bueno a la propuesta conjunta hispano-lusa.

Ambos países plantearon también las dificultades de la aplicación directa de la regla de explotación por las graves repercusiones socioeconómicas que podrían derivarse de una reducción tan drástica en los niveles de desembarques como proponía el ICES. De igual forma, reconocieron "la deficiente situación del stock" y "la necesidad de continuar poniendo en marcha medidas de gestión adecuadas".

Mientras, los científicos del Instituto de Investigación Marina de Portugal han informado de "señales alentadoras" de un aumento del número de los ejemplares jóvenes que permitiría una recuperación de la biomasa, algo que hace aumentar las esperanzas de ambos gobiernos y también del sector, sabedor de la necesidad de la recuperación del stock para que la UE no imponga una cuota.

En el ámbito nacional, Pesca informó ayer que "el primer paso será la necesaria revisión de la Orden Ministerial 1512/2014, de 30 de julio", que establece un plan de gestión para la sardina de las dos zonas de aguas ibéricas (VIIIc y IXa) adaptando la regla de explotación a este nuevo escenario. Los límites mensuales de capturas para Cantábrico Noroeste y Golfo de Cádiz "se plasmarán en la correspondiente Resolución de la Secretaría General de Pesca".