La conselleira do Mar, Rosa Quintana, se muestra dispuesta a "revisar artículo por artículo" con el sector el anteproyecto de la Lei de Acuicultura, sin "líneas rojas", tras el anuncio de esta semana que la Xunta paraliza la tramitación del texto ante el rechazo de las cofradías, 'bateeiros' y trabajadores del marisqueo.

"Estamos dispuestos a sentarnos a revisar artículo por artículo lo que haga falta y estamos a espera de lo que decida el sector", apunta Quintana este viernes antes de participar en una reunión con la Federación de Cofradías de Pontevedra en el marco de ronda de contactos provinciales que ya le ha llevado a mantener un encuentro con la de A Coruña y que proseguirá el sábado con la de Lugo.

Preguntada sobre la exigencia del sector de retirada por completo del texto, Quintana responde: "`Cómo no sea retirarla de exposición pública, no sé de dónde la puedo retirar". "La ley estaba iniciando el proceso, primero se elabora un borrador desde la administración, se expone a la sociedad civil y al sector al que va destinada para que presenten sus observaciones y sus alegaciones y, por lo tanto, no la puedo retirar de ningún sitio", sostiene.

Por ello, dice que la Consellería está "abierta a lo que decida" el sector, pues la ley está dirigida a éste, según remarca, de forma que "será el sector el que decida si es necesaria o no una ley", pues "en absoluto" hay una línea roja.

"Siempre dije que nunca haríamos nada sin el debido consenso con el sector", asegura, antes de agregar que no se hará nada "sin que el sector entienda que es algo beneficiosos para ellos".

"No tengo ninguna carta escondida en la manga"

"El sector me conoce desde hace muchos años, no tengo ninguna carta escondida en la manga, nunca estoy mirando nada con dobleces y no tengo ninguna línea roja", resume Rosa Quintana.

Con todo, entiende que "no" es posible continuar sin una ley de acuicultura en Galicia, "porque hay muchos huecos en la normativa que está en vigor y deja mucha arbitrariedad". Por este motivo, pide un texto que haga que "las normas de juego sean claras e iguales para todos los ciudadanos".