Unos 1.000 mariscadores y bateeiros de la rías de Pontevedra y de Arousa escenificaron ayer en sendas asambleas su rechazo frontal al cuestionado anteproyecto de Ley de Acuicultura de Galicia y abrieron las puertas a una gran manifestación si la Xunta no retira el documento. En Vilagarcía, representantes del sector anunciaron que quieren implicar a otras entidades que también se ven, directa o indirectamente, afectadas por una normativa que "no reclamábamos".

El encuentro en Pontevedra se produjo tras la charla informativa convocada por la Consellería do Mar el pasado miércoles y en el que las palabras de la conselleira Rosa Quintana, no convencieron a mariscadores, armadores y bateeiros de la ría. Señalan que la normativa que pretende aprobar la consellería pone en riesgo el marisqueo tradicional. "Quieren privatizar las playas", señala al respecto el patrón mayor de la cofradía de Raxó, Iago Tomé, que transmitía que la nueva ley lo "abre las puertas a las grandes empresas multinacionales". Y es que desde el sector declaran que la ley está diseñada para implantar la piscicultura intensiva "a escala industrial y va a autorizar todo tipo de especies a cultivar, incluso foráneas o exóticas, que podrían acabar siendo invasoras".

Las figuras de la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y del director xeral de Pesca, Juan Maneiro, no salieron muy bien paradas en las intervenciones del público, ya que se les responsabiliza de querer abrir las rías a la implantación de empresas y acabar con el modelo de vida que hasta ahora ha existido en las rías gallegas. "Se non se bota abaixo este anteproxecto, quédanos moi pouco tempo no mar", esgrimía ayer uno de los bateeiros en Vilagarcía. Ni Quintana ni Maneiro son "interlocutores válidos ya para nosotros, debemos ir más arriba y hablar con el presidente, Alberto Núñez Feijóo, que es el que puede parar esto".