El alto tráfico de marisco y pescado fresco de la lonja viguesa tuvo su efecto en los mercados de la ciudad, que rebosaban ayer de buen género y mucha clientela que buscaba lo mejor para los suyos en Nochebuena. Las ventas, sin embargo, no acaban de repuntar. Los puestos del Mercado de O Calvario, por ejemplo, tenían ayer a muchos curiosos alrededor que dudaban entre gastar aquí o allá, sobre todo en lo que a marisco se refiere. "La gente duda y todavía mira mucho el precio a la hora de comprar", decía ayer María Segunda, de Pescados Chata, tras despachar a una cliente.
El único manjar que disponía de un precio más o menos estable era el de la vieira, que se situaba entre los 11 y los 12 euros. "El año llegó a los 18 euros", apuntó Loli, muy conocida en la plaza por su alegría a la hora de trabajar. A su juicio, el género está mucho más barato en lonja este año, pero cree que la crisis todavía azota a la ciudadanía. De hecho, en su puesto indicó que el año pasado la centolla estaba a 40 euros, mientras que este año las tiene a 25. Lo mismo sucede con la nécora (antes 45 y ahora 30) o la almeja babosa (que de 24 pasó este año a 18). "No hay poder adquisitivo y se nota", sentenció.
Tamara García, por su parte, opina que tanto el congelado como las grandes superficies han ido ganando terreno a las pescantinas. "No vienen tanto a estos sitios y las ventas están fatal", concretó. En su puesto la nécora de la Ría costaba 26 euros, mientras que la centolla y buey de vivero las tenía a 14 y 16 euros, respectivamente.
El gran movimiento de gente en una fecha tan señalada como el día antes a Nochebuena se ve en unos puestos más que en otros. Este es el caso de la pescadería de Manuela Álvarez, rodeada toda la mañana de clientes y curiosos. "Este año está mejor la centolla que el buey", comentó Álvarez. En su puesto, la el kilo de centolla estaba a 10,5 euros. El camarón, por su parte, ascendía a 200 euros el kilo, mientras que la quisquilla llegaba a 30.
Pescado
En cuanto a los precios de los diferentes pescados, el rape, muy popular, rondó los 20 euros. La merluza, por su parte, costaba 13 euros, mientras que el rodaballo se pagó a 20 euros.
El más caros, como suele ser habitual, fue el besugo. En los puestos de O Calvario esta especie se pagaba a 50 euros por piezas de un kilo y medio. "Las ventas están siendo flojitas porque esta mercancía está muy cara", concretó, por su parte, Rita Giráldez.
