Los marineros de Namibia están en huelga. Unas 830 personas decidieron iniciar el pasado 26 de octubre un parón indefinido de sus actividades por lo que consideran un abuso de su situación laboral. Esto se ha traducido en un inconveniente para las pesqueras que operan en uno de los caladeros más productivos del planeta. Allí faenan filiales de empresas como Pescanova, Iberconsa, Mascato o Marfrío. Más de seis semanas en las que una treintena de arrastreros congeladores gallegos no han podido salir a capturar merluza por falta de personal a bordo. La situación alcanzó tal clima de inestabilidad que doce firmas (tanto locales como extranjeras) se unieron para presentar una denuncia contra los pescadores. La resolución del Tribunal del Trabajo sentenció que los responsables de la protesta no pueden "incitar o animar a cualquiera de los empleados de las empresas a participar en una huelga ilegal".
El trasfondo de este asunto, seguido por periódicos locales, responde a las denuncias de los trabajadores que apuntan a abusivas condiciones laborales, cifrando sus jornadas en 18 horas de faena, incluyendo los domingos, y las pobres retribuciones que afirman recibir. Fuentes conocedoras de la problemática explicaron a este periódico que la huelga fue promovida por un sindicato que hasta ahora no tenía presencia en la pesca, por lo que, explican, "no es bueno de cara a las negociaciones". Se trata del Sindicato de la Construcción, Minería, Metal y Marítima, afiliado a la Organización Nacional del Trabajo de Namibia, dos de las organizaciones denunciadas ante la justicia.
Los buques congeladores tenían que haber partido de sus respectivos puertos (Lüderitz y Walvis Bay) los días 29 y 30 de octubre después del paro. Sin embargo, las mismas fuentes señalan que los sindicalistas "han extorsionado a los marineros y en consecuencia los congeladores llevan más de un mes parados". La reivindicación "es salarial en apariencia", pero este experto apunta a que lo que quieren es solicitar "que se trabaje un límite de horas y a partir de ahí se pague todo como horas extras, igual que el personal de tierra", algo que no figura en el actual convenio.
Las empresas gallegas que presentaron esta denuncia fueron el Grupo Novanam, filial de Pescanova; Overberg Fishing, Rainbow Trawling y Ekikimbo Trawling, filiales de Iberconsa, y Corvima Fishing Company, propiedad del vigués Jose Luis Bastos. Algunas firmas han podido continuar de forma parcial su actividad mediante los buques fresqueros, que empezaron desde "bien entrado el mes de noviembre", por lo que no todas las factorías están paralizadas. Este es el caso, por ejemplo, de la factoría de Iberconsa, que sí está operativa según pudo sabe FARO, o de la nueva división de Marfrío, que "no se vio muy afectada por la huelga". Otras fuentes indicaron que más buques habían sido capaces de salir a faenar, extremo que eludieron concretar desde Pescanova.
Mientras, la situación es muy tensa en el país. Tanto que el propio ministro de Namibia, Bernhard Esau, condenó "en los términos más enérgicos" la ilegalidad de la huelga e instó a los trabajadores "a volver a trabajar de inmediato para evitar consecuencias que pueden tener un impacto negativo en sus medios de vida", según citó el periódico The Namibian.
El ministro llegó a ir incluso un poco más lejos y señaló que la protesta "es un gran riesgo para los trabajadores" por llevarla a cabo "durante una época muy importante para la industria y para el país". Y es que esta es la temporada de más trabajo para la pesca y el país se enfrenta a unas elecciones próximamente.
"Si hay una escasez de productos, los precios estarán por las nubes y las oportunidades se abren para la competencia que podrá llenar los vacíos que Namibia no puede llenar debido a la huelga. Esto está amenazando nuestro crecimiento y futura entrada en mercados importantes", explicó el ministro.
Por otro lado, el presidente de la Confederación de Asociaciones de Pesca de Namibia, Matti Amukwa, explicó que la mayoría de trabajadores "tienen buenas condiciones de trabajo", aunque admitió que existe "un pequeño número de operadores fuera del sector pesquero principal que podrían no cumplir con las prácticas laborales habituales y donde los marinos no gozan de buenas condiciones".
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Expertos del sector apuntan que ya se empieza a notar la subida de precios por la escasez
- Los expertos del sector gallego en Namibia consultados por este periódico apuntaron a que las negociaciones para finalizar la huelga se encuentran en estos momentos en curso, aunque por el momento no hay ninguna fecha firme de arranque. Esta difícil situación se une a la "malísima pesca y elevadísima demanda en Sudáfrica", que va a dejar un fuerte desabastecimiento al menos para el primer trimestre -especialmente en cuanto al pescado de abordo-. De hecho, ya se empieza a notar la escasez y la subida de precios que ya avanzó en su día el ministro de Pesca del país, Bernhard Esau.Para hacerse una idea de la dimensión que puede alcanzar el problema tan solo hace falta echar un ojo al informe para inversores de BNP -una firma de inversión-, el 40% de las capturas de pescado de la flota de Pescanova -primera pesquera de España y tercera de Europa- proceden del subgrupo Novanam, con más de una veintena de subsidiarias. Este documento, no obstante, se elaboró cuando la compañía aún contaba con la filial chilenaSin esta última firma -que contaba con una flota de nueve buques, la mayor del país-, el peso de Namibia en la extracción de pescado es más elevada, si bien no hay datos actualizados que permitan conocer con exactitud cuánto aporta este caladero.Las importaciones de las pesqueras gallegas desde Namibia se elevaron hasta las 32.748 toneladas entre los meses de enero y septiembre, alcanzando un valor total de unos 117 millones de euros.
