A la espera de datos definitivos puede decirse que las ventas de mejillón gallego han sido muy importantes este año, por lo que es posible superar las 235.000 toneladas del pasado ejercicio. El precio también se ha incrementado levemente, por lo que pueden rebasarse finalmente los 99 millones de euros facturados en 2014.

Lo más importante es que la imagen del producto no se ha visto salpicada por ningún contratiempo, los episodios tóxicos se han comportado bien y, en definitiva, la mitilicultura gallega sale reforzada a nivel nacional e internacional.

Lo peor de todo es que el buen momento del sector es directamente achacable a una serie de circunstancias muy favorables que se dieron este año pero que no pueden ser controladas ni predecidas, por lo que cerrar ahora el ejercicio con un balance positivo es un alivio para los bateeiros y un paso más hacia la recuperación, pero de ningún modo puede decirse que la tendencia vaya a ser la misma en el futuro. Y es que, como siempre, este cultivo depende de episodios naturales como los temporales o la presencia de biotoxinas y depredadores.

En cualquier caso los dirigentes bateeiros consultados se muestran satisfechos. "Hemos lanzado al mercado una buena cantidad de producto y hemos obtenido precios un poco más altos que en los últimos años, aunque lógicamente lejos aún de los años de mayor esplendor", manifiestan.

Se explican diciendo que el "lacasito", como se conoce al mejillón de menor tamaño, "llegó a venderse a 30 céntimos, y en cambio este año no bajó de los 40".

A diferencia de otras ocasiones, los cierres de bateas por presencia de la popular "marea roja" se produjeron en épocas de escasa actividad comercializadora, mientras que en los momentos más importantes del año.

Menos importaciones

Los bateeiros gallegos dependen también de lo que suceda en otros países. En este contexto hay que destacar que "las importaciones de mejillón chileno se han reducido", y en el caso del molusco de menor tamaño -el preferido en Europa- "prácticamente desaparecieron".