La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) -que representa al 75% de este segmento de la flota en la comunidad- celebró ayer una asamblea en la que ratificó su decisión de recurrir ante los tribunales el nuevo plan de gestión del Cantábrico Noroeste. Los armadores, que se encuentran acampados en San Caetano (Santiago) desde hace 45 días y con la flota amarrada desde el 19 de octubre, ya habían avanzado en una rueda de prensa convocada durante esta semana que estudian presentar una batería de medidas legales contra el documento, desde un recurso de inconstitucionalidad a demandas personales contra sus responsables políticos. Apoyos, por lo menos, no le faltarán, ya que los marineros Asturianos y Cántabros también han demostrado no estar de acuerdo con el plan del Gobierno.

Las protestas del sector tienen su origen en el reparto de cuotas establecido por este plan y el anterior, anulado por la Audiencia Nacional. Un reparto que consideran insuficiente y que, demandan, debe ser sustituido por un reparto lineal por tripulante y barco. Una opción que la otra asociación de la comunidad, Cerqueiros Galegos -formada por unos 40 buques-, rechaza frontalmente.