Después de la publicación, el pasado lunes, un nuevo Plan de Explotación Pesquera del Cantábrico Noroeste que mantiene los mismos criterios de reparto contra los que se moviliza el cerco gallego, el Gobierno aclara ahora que el nuevo texto está sujeto a modificaciones, con lo que abre la puerta a negociar. Fuentes del Ministerio de Agricultura aseguraron a este diario que la publicación de la orden "no prejuzga" que se puedan discutir cambios en los repartos de cuota que establece. "El ejercicio de ordenación del caladero es continuo, por lo que el plan se podrá modificar de acuerdo con las necesidades de gestión, tal y como ya se ha realizado en ocasiones anteriores", añaden.

Esta aclaración del Gobierno fue recibida ayer con desconfianza por el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García: "Es lo de siempre. Esto lo hacen para tenernos callados, pero no lo van a conseguir". García opinó que la manera "correcta" de actuar por parte de las instituciones habría sido negociar antes de sacar el plan, y no hacerlo a posteriori. "El problema es que tienen el plan trazado y tienen prisa", indicó.

Acerga acusa al secretario general de Pesca, Andrés Hermida, de "incumplir" su palabra, ya que hace un mes se comprometió a "revisar" el reparto junto con las autonomías y los representantes del sector. "En las últimas reuniones con el secretario general de Pesca nos dijo que no iban a cambiar el sistema de distribución, pero que sí harían un reajuste en el reparto de las cuota. La Orden Ministerial del lunes mantiene todo como estaba", declaraba el miércoles el presidente de Acerga, Juan José Blanco.

Las negociaciones entre Acerga, que aglutina a 120 barcos de los 150 cerqueros existentes en Galicia, y la Secretaría General de Pesca, están paradas desde el 6 de noviembre, cuando se produjo la última reunión con el secretario, Andrés Hermida, y la conselleira do Mar, Rosa Quintana, quienes rechazaron comprometerse a modificar el reparto de acuerdo a las demandas de Acerga. Los armadores reclaman "romper" el acuerdo actual -basado en capturas históricas y que consideran discriminatorio- para pasar a un reparto por barco y tripulante, y planean pasar la Navidad en Santiago, donde están acampados en señal de protesta desde el 22 de octubre.

Además de continuar con las protestas, los cerqueros anunciaron esta semana que estudian una batería de medidas legales contra el nuevo plan, desde un "recurso de inconstitucionalidad" hasta denuncias contra sus responsables políticos por "prevaricación".

Gonzalo Pérez, vicepresidente de Cerqueiros Galegos, asociación, de reciente creación e intereses contrarios a Acerga, cree que habrá que ver si los cambios a los que se abrió el ministerio serán "para mejor". Esta agrupación centra sus demandas en conseguir más cuota, y no en el reparto, aunque Pérez admite que hay barcos que están "muy mal, sin pescado". Para ellos, aboga por crear un fondo para repartir a medida que se vayan consiguiendo unas cuotas mayores. A pesar de esto, la asociación es favorable al nuevo plan porque "es mejor que lo que había" y apela a la unión del sector, aunque "respetando las normas".

Acerga decidirá mañana en una asamblea las medidas y movimientos que desarrollarán.