Portugal está dispuesta a encontrar petróleo y gas frente a sus cosas. Por este motivo, la Entidade Nacional para o Mercado de Combustíveis (ENMC) -dependiente del Gobierno- anunció que ofertará siete nuevas licencias para poder llevar a cabo exploraciones, seis de ellas situadas en la llamada "cuenca de Oporto", a tan solo unos 120 kilómetros de la frontera con Galicia. Paralelamente, la firma noruega TGS anunció que analizará los datos sísmicos correspondientes a 22.847 kilómetros a lo largo de toda la plataforma marina lusa con la intención de ofrecer a las empresas interesadas la información necesaria para llevar a cabo las exploraciones.
El país vecino comenzó con la búsqueda de recursos de hidrocarburos en su suelo allá por los años 40, aunque no fue hasta 2007 cuando intensificó su muestreo offshore (mar adentro). Desde ese año y hasta el 2013 se realizaron 175 exploraciones en las que se encontraron indicios de posibles reservas de petróleo y gas en 117, según registra la ENMC. En un artículo elaborado por la publicación portuguesa Jornal de Negócios se cifra en 264 millones de dólares (249,5 millones de euros, aproximadamente) la inversión de las petroleras en ese mismo periodo.
José Miguel Martins, responsable de la ENMC, señalaba en una conferencia celebrada el pasado 28 de septiembre que "más de la mitad de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) tiene potencial petrolífero". Por este motivo anunciaba que "se está preparando un concurso" para abrir una ronda de licencias. "Son cuatro áreas en aguas poco profundas en la cuenca de Oporto, otras dos áreas en aguas más profundas y una en la cuenca de Algarve", explicaba. Pese a que Martins había indicado que "a finales de octubre o principios de noviembre" ya se podría conocer más sobre este concurso, por el momento no se ha producido publicación alguna por parte de la ENMC.
Por otro lado, la firma noruega TGS (que ya buscó petróleo en aguas españolas del Mediterráneo y que acaba de finalizar sus trabajos en NAFO) está llevando en la actualidad el análisis de 22.847 kilómetros de datos de exploración sísmica 2D en alta mar, método para determinar la forma y disposición de las diferentes capas de la tierra mediante ondas acústicas. El objetivo que persigue la empresa es el de "proporcionar información crítica" para las empresas de exploración y producción, según comentó el vicepresidente del sector Oriental de la firma, Stein Ove Isaksen, a través de un comunicado publicado ayer.
En la actualidad existen seis empresas que cuentan con licencias offshore. Se trata de Repsol, Kosmos Energy, Galp, Partex, Eni y Panoceanic Energy, que se reparten zonas de norte a sur. Por el momento, el área más cercana se encuentra a la altura de la ciudad de Oporto.
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Pesca
El riesgo medioambiental que supone un posible fallo en estas operaciones sería el peor de los escenarios para Galicia. Sin embargo, las exploraciones y prospecciones tienen otros problemas asociados. Al igual que sucede en aguas de Irlanda, Malvinas o NAFO (como ya adelantó FARO), los trabajos de las empresas petroleras perjudican a los pesqueros que trabajan en la zona, así como a las especies que intentan capturar, que huyen del ruido.
En este caso, según aparece reflejado en el Boletín Oficial del Estado al menos 26 barcos gallegos verían directamente afectada su labor. Se trata de seis arrastreros de los 30 que tiene España faenando en aguas lusas (pero que albergan la mayoría de la cuota) y de 15 buques cerqueros que faenan entre las 12 y las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva. Además, respecto al acuerdo fronterizo del río Miño, 26 buques artesanales y 18 de cerco (de Vigo, Aguiño y Ribeira) tienen permiso para trabajar 10 millas al sur del límite entre países.
