La Comisión Europea (CE) sigue en sus trece y, por el momento, la normativa de aletas adheridas (medida creada para evitar el finning: cercenar y tirar el cuerpo al mar) no sufrirá modificación alguna. El comisario europeo de Pesca, Medio Ambiente y Asuntos Marítimos, Karmenu Vella, rechazó buscar medidas para flexibilizar la norma, muy criticada desde el sector por los gastos y desventajas competitivas que les ha supuesto desde su entrada en vigor en 2013. En una respuesta parlamentaria, el maltés señaló además que antes de la creación de esta política "se llevó a cabo una evaluación de impacto que examinó sus posibles efectos sociales, económicos y de conservación".
Vella, que también explicó que la Comisión "consultó ampliamente a las partes interesadas", respondió de esta forma a la pregunta realizada por Izaskun Bilbao (de ALDE, aunque a través de las gestiones de la nacionalista gallega Ana Miranda), en la que recordaba que solo en Galicia se llevaron a desguace un total de 32 palangreros entre 2014 y 2015. "El resultado [de la normativa] ha sido el incremento del coste de la actividad de cada buque y la reducción del beneficio por barco y marea en un 50,1%, con un impacto negativo en la viabilidad de las empresas", indicaban la pregunta parlamentaria.
Como ejemplo de una mejor gestión de la norma, la pregunta se centraba específicamente en el reglamento aprobado por Nueva Zelanda (país que el propio sector sitúa como ejemplo) en octubre de 2014, que veta el finning pero aplica "fórmulas que permiten cortar las aletas con sistemas de control".
La comisión, a través de Vella, recordó que en respuesta a las quejas del sector "el reglamento ya permite cortar cada aleta en parte y doblarla". Sin embargo, los pescadores gallegos (ampliamente mayoritarios en este sector, sobre todo con la flota de la Cooperativa de Armadores de Vigo y de la Organización de Palangreros Guardeses) siguió reclamando cambios que evitasen las pérdidas que sufrían las empresas, hecho que les hizo fijarse en el modelo de Nueva Zelanda. La respuesta del comisario es tajante: "La CE no tiene previsto presentar una nueva propuesta con soluciones similares a las dispuestas en la normativa neozelandesa".
Fracaso en Iccat
La reunión número 24 de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat) ya ha rechazado una vez más la propuesta de extender esta normativa que solo afecta a la flota comunitaria. Una vez más, fueron principalmente los países asiáticos (Japón, China y Corea) los que se opusieron a adoptar la medida, pese a que en esta ocasión hasta 30 partes contratantes suscribieron la propuesta.
El resto de las cuestiones que afectan a la flota gallega de palangre se discutirán hoy durante el plenario que se celebrará en Malta, donde tiene lugar la reunión. Allí se sabrá si finalmente se establecerán cuotas para la captura de tintorera (muchos países no lo apoyan), intención de la UE que publicó FARO la semana pasada y que el sector critica al entender que los informes científicos no respaldan la decisión.
