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Nuevo conflicto pesquero

Las cofradías gallegas se oponen a tirar las rayas de sus redes

Exigen permiso para que se les deje comercializar la especie y amenazan con protestas

La Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Pontevedra muestra su "enorme cabreo, decepción e indignación" con la Secretaría General de Pesca, ya que la flota de enmalle, que hace una semana inició la campaña de captura del centollo en la provincia -como mañana lo hace en la de A Coruña y, a final de mes, en la lucense-, se ve obligada a tirar al mar las rayas que llegan a su aparejos junto al crustáceo.

Consideran los pósitos que se trata de una especie acompañante y exigen su derecho a poder comercializarla, advirtiendo de que las rayas ya están muertas, o a punto de estarlo, cuando se levantan los aparejos y llegan a cubierta, por lo que arrojarla al agua no sirve de nada.

FAROz ha tenido oportunidad de comprobar cómo en los "miños", el arte de pesca empleada para pescar centollo por un millar de barcos en Galicia -la mitad en la provincia pontevedresa-, suelen "enmallar" las rayas, que sin embargo están sujetas desde el 25 de junio a una veda "preventiva" ordenada por el Gobierno a causa de la sobrepesca detectada en 2014.

El pasado 1 de septiembre la Federación Gallega de Cofradías se mostró partidaria de adelantar al último trimestre de este año el 10% de la cuota de rayas prevista para 2016, "tratando así de aprovechar el trabajo con 'miños' de la flota de artes menores".

A su vez, en dos ocasiones posteriores la Federación Gallega solicitó a la Secretaría General de Pesca que esa reapertura de la campaña de la raya se hiciera coincidir con la del centollo y el buey.

Se alegó entonces, y la Federación Provincial insiste en ello ahora, que "al tener prohibida la captura de raya el sector de enmalle no puede tener a bordo su principal especie acompañante, que inevitablemente llega moribunda en los aparejos de pesca, por lo que hay que tirarla al mar sin posibilidades de que sobreviva".

Inevitablemente, esta acción también supone "desaprovechar los significativos ingresos económicos que supone su venta, dado su importante valor comercial".

Para regular la pesca accidental de la raya, los pósitos incluso plantearon establecer un tope máximo de capturas, a lo que respondieron desde la Subdirección General del Caladero Nacional que no hay cuota disponible alguna y que no va a autorizarse este año la reapertura para esta especie.

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