El sector mejillonero de la ría de Vigo no levanta cabeza debido a los episodios de toxina que mantienen cerrados, por lipofílica, desde agosto y septiembre los tres polígonos de Liméns, denominados Cangas F,G y H, a los que hay que sumar ahora los cierres, en la noche del martes, del polígono de bateas frente a Moaña, denominado Cangas C; y ayer a última hora del polígono D.

La toxina ha empezado a entrar en el interior de la ría y ya afectó en este último polígono a las bateas de reparqueo, en donde raramente se dan los cierres debido a que se trata de una zona de muchas corrientes, de ahí la ubicación de estas bateas que sirven para depositar el mejillón procedente de otros polígonos con toxina, con el fin de depurarlo. Con el cierre el martes del polígono C, el sector ya se temía más prohibiciones, como la que ocurrió a última hora de ayer, confirmado por los resultados de los muestreos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar).

El Intecmar detectó niveles de toxicidad superiores a los legalmente permitidos, en cuanto a la toxina lipofílica, tanto en la Zona II como en la subzona II.2 y aclara que, para evitar cualquier duda, este cierre afecta también a las bateas de mejillón reparcado en este polígono.