La inminente apertura de la campaña de pesca del centollo en Galicia -comienza el día 8 en la provincia de Pontevedra- e incluso la cada vez más cercana Navidad hacen que en otoño aumente de forma notable en las rías la presencia y el trabajo del considerado "furtivo legal". Se trata de personas que también actúan con fuerza en temporada estival y que no dudan en ampararse en su condición de pescadores o mariscadores profesionales para extraer esos productos vedados o de talla antirreglamentaria.

Ayer, sin ir más lejos, se daba cuenta de que Gardacostas de Galicia y Guardia Civil del Mar se habían incautado el día anterior en Arousa de una docena de salabardos en cuyo interior había 252 kilos de centollo, 22 kilos de reloj y 6 de nécora. Pero es que al margen de ese decomiso efectuado el miércoles resulta que ayer se hizo otro, también en la ría arousana y de nuevo con el preciado crustáceo entre las especies intervenidas.Lo que hacen algunos pescadores es aprovechar las semanas previas a la apertura de la campaña del centollo para guardar el producto que llega a sus redes.