La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que agrupa a 120 embarcaciones que dan empleo directo a 1.200 familias, ha devuelto hoy sus roles tras amarrar sus barcos porque se agotaron unas cuotas que consideran "míseras".

Los capitanes de los diferentes buques han entregado de manera simultánea este mediodía las licencias expedidas por las diferentes capitanías marítimas en un acto realizado en A Coruña, Vigo, Noia, Ferrol y Viveiro, entre otros lugares.

El presidente de Acerga, Juan José Blanco Agraso, ha explicado, en declaraciones a EFE, que esta medida se toma después de que se cerrase "el caladero que quedaba", pues ahora entre todos los barcos apenas podrían conseguir un ingreso de 6.000 euros al mes.

"Son 1.200 familias que dependen directamente de la flota amarrada, además del resto de trabajadores de la lonja, las pescaderías y demás. Vamos a intentar que puedan ir al paro para que al menos tengan algunos ingresos. Esperamos hablar pronto con la Secretaría General de Pesca y seguramente acabaremos en Bruselas", ha añadido.