La Agencia Europea para el Control de la Pesca celebra hoy el décimo aniversario de su creación en Bruselas, donde comenzó a funcionar de forma provisional hasta que se trasladó a Vigo en 2008, como reconocimiento a su liderazgo pesquero mundial. Entre los actos programados figura una recepción en el Pazo Os Escudos, a las 19.30 horas, a los que asistirá, entre otras autoridades, el alcalde Abel Caballero.

La sede de la agencia está ubicada en el histórico edificio Odriozola, en la calle García Barbón, en la que desempeñan su labor 59 empleados de 18 nacionalidades diferentes, como Holanda, Italia, Francia, Lituania, Suecia o Dinamarca, y entre sus cometidos está la ayuda al sector en la aplicación de la nueva Política Pesquera Común, además de coordinar las inspecciones de la Comunidad Europea, que crecieron un 20% el pasado año, hasta registrar 12.700, y formó a casi un millar de inspectores en la lucha contra la actividad pesquera no reglamentada o no declarada.

Al frente está el francés Pascal Savouret, que sustituyó en 2011 al holandés Harm Koster -un enamorado de la ciudad hasta el punto que decidió fijar su residencia en Vigo tras jubilarse-. Licenciado por la Escuela de Administración de Asuntos Marítimos de Francia, fue subdirector de Pesca en la Dirección francesa de Pesca y Acuicultura, considera que el conocimiento del sector es muy importante en su trabajo.

"Nuestro enfoque de trabajo es conocer el sector y la industria pesquera, pero también trabajamos para el futuro de la ciudadanía europea a nuestro pequeño nivel", apunta Savouret, que ante las quejas de los pescadores por la "presión inspectora" defiende que "los recursos no son propiedad de los pescadores, sino de los estados miembros y de la ciudadanía. Es el estado quien decide transferir una parte de estos recursos a un sector pesquero. En este proceso el estado necesita vigilancia, es su responsabilidad. Nosotros lo que hacemos es coordinar de tal forma que solo los más peligrosos según nuestro análisis de riesgo son controlados y no los que no presentan un nivel de riesgo más alto", indica.

"La bandera no es nuestro objetivo. Trabajamos sobre una aproximación basada en las especies, tipo de arte y la temporada en los caladeros", apuntó Pascal Savouret en una entrevista concedida a FARO, quien considera que estos cuatro años al frente de la agencia fueron un periodo intenso en su vida laboral y también personal.

El próximo año acaba su mandato, fijado en un máximo de cinco, decisión que depende de la Comisión Europea, que podría proponer una prolongación o no. "Todas las puertas están abiertas aquí o allá y en esta situación no puedo hacer nada", indica Pascal Savouret.