La pérdida de flota pesquera y de empleos en el sector es una de las mayores preocupaciones de la Confederación Española de Pesca (Cepesca). Los armadores advierten de que el número de embarcaciones se redujo en los últimos cinco años de las 10.505 unidades de 2011 hasta las 9.586 de este año, casi un 9%. Esta reducción del número de barcos llevó aparejada la pérdida de 1.511 puestos de trabajo desde 2011. Ese año el sector empleó a 37.495 personas frente a las 35.984 del presente, un 4% menos, según los datos del Informe del sector pesquero español 2015. Oportunidades y desafíos, publicado ayer por la patronal, en el que los armadores critican además el "despilfarro" y la "mala gestión" de los asuntos públicos que afectan al sector.

Cepesca atribuye esta reducción principalmente a dos motivos: la crisis económica de los últimos años, que obligó a muchos propietarios a paralizar definitivamente su actividad, y las propias políticas de desguaces. Los armadores destacan también en su informe la competencia desleal por parte de flotas de terceros países, que cuentan con "normativas más laxas" y costes de explotación inferiores, lo que conlleva, explica Cepesca, a un riesgo importante de que los barcos abandonen el pabellón español. "El Ministerio de Agricultura recibió la solicitud de exportación de cuatro buques atunero s cerqueros congeladores en 2014, el 12,5% de las unidades en un solo año", argumenta la patronal pesquera.

Los armadores muestran además su preocupación por la aplicación de la nueva Política Pesquera Común y hacen referencia, entre otros aspectos, a la política de descartes (que deberá adoptarse de manera progresiva hasta 2020).

La patronal pesquera aprovecha este balance anual de la situación del sector para defender a todas las artes de pesca y afirma que cada una de ellas está enfocada hacia la sostenibilidad. "No son ni buenas ni malas, son sostenibles en la medida que se regula cómo, cuándo y dónde se usan", argumenta.