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Pescado en mano que vale oro

Tras dos primeros años con pérdidas, la iniciativa de la venta directa en pósitos es todo un éxito en O Grove, que vende para todo el país

La pescadería de la cofradía de San Martiño de O Grove. // FdV

Impulsadas por la Xunta de Galicia en el año 2008, tres cofradías decidieron apostar por tener un punto de venta directo en el que vender sus capturas. Tras quedarse por el camino la opción de la rula de la capital pontevedresa, O Grove y A Pobra do Caramiñal se decidieron por sacar adelante sus propias pescaderías. Y, lo cierto, es que no les ha ido nada mal. Los dos únicos pósitos gallegos que venden sus capturas facturan más de 300.000 euros a través de sus propios establecimientos. Así lo aseguran Juan Miguel Iglesias, patrón mayor de la rula coruñesa, y Antonio Otero, responsable de la cofradía pontevedresa. Ambos destacan lo satisfechos que están sus asociados con los resultados obtenidos y la buena aceptación que tiene entre los clientes habituales y los turistas.

"Estaba en el cabildo cuando todo empezó. Al principio creíamos que iba a ser problemática, pero resulta que es lo contrario", explica el patrón mayor de San Martiño de O Grove. Cuando en el año 2009 la exconselleira de Pesca, Carmen Gallego, inauguró la pescadería, en el pósito no se esperaban que tardarían dos años en arrancar. "Tuvimos dos años de pérdidas pero lo cierto es que ahora nos va fenomenal. Estamos muy contentos", señala Otero.

El secreto de su éxito, dice, es que el producto es "de primera calidad" y fresco, además de que tienen unos precios "muy competitivos". "En vez de tener una deberíamos tener cuatro", apunta con gracia. En el establecimiento, que tiene un gerente trabajaran ahora mismo cuatro empleados. Desde allí venden para toda España vía telefónica y por internet. De esta forma facturan más de 300.000 euros al año, una cifra que, como apunta Otero, redunda en el beneficio de los pescadores. "La verdad es que no nos podemos quejar", sentencia.

En A Pobra, por su parte, llevan tan solo casi cuatro meses debido a problemas para la construcción de la pescadería. Sin embargo, en solo en agosto lograron facturar 12.000 euros. "Dicen que cuando empiezas hacen falta 6 o 7 meses para no tener pérdidas, pero de momento vamos muy bien", comenta Juan Miguel Iglesias.

Vendiendo también a toda España (aunque no por internet), el pósito coruñés cuenta con un empleado en el punto de venta. "Lo que más se vendió fue la almeja babosa. En un día llegamos a despachar 30 kilos", concreta, orgulloso.

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