En Cabo de Cruz no olvidan a Santiago Blanco Treus y Juan Antonio Hermo Torrado, los dos marineros que iban a bordo del Paquito Número Dos el 16 de diciembre de 2014 y que siguen desaparecidos tras el naufragio del bateeiro frente a las costas de Corrubedo. Amigos y familiares no han perdido la esperanza de que los cadáveres estén dentro de la sala de máquinas del pecio o enredados en la maraña de aparejos que lo rodean, y llevan tiempo pidiendo a la casa armadora que reflote la embarcación para despejar de una vez por todas esa dolorosa incógnita.
Pero al parecer los empresarios han desistido de la posibilidad de recuperar el barco, por lo que se ha creado una plataforma vecinal que exige quemar ese último cartucho de esperanza. Por ello, esta tarde celebran en Boiro una concentración en apoyo al reflote del buque. El acto es a las 21.00 horas, en la Praza da Mancomunidade de Boiro, y está prevista la asistencia tanto de vecinos a título particular como de organizaciones políticas, sociales y del mundo del mar.
La plataforma ya advierte además de que ésta no será su última actuación de protesta si la armadora no reconsidera su decisión de no recuperar el pecio. En este sentido, ya han solicitado permiso para celebrar una manifestación, y siguen recogiendo firmas de apoyo tanto en papel por Boiro y alrededores como a través de internet. Un miembro de la plataforma destaca al respecto que ya cuentan con cerca de 1.400 firmas en internet, y con entre 7.000 y 8.000 en papel.
"No nos vamos a rendir hasta que suban el barco porque las familias quieren descansar", señala un miembro de la plataforma. Según estos vecinos, "la culpa ahora es de la casa armadora, que es quien no quiere reflotar el barco. No existe ningún impedimento administrativo para hacerlo".
La empresa armadora, Paquito, intentó en marzo emerger el bateeiro, pero finalmente desistió de la operación. "Pararon en el último momento porque recibieron una notificación según la cual no era obligatorio reflotar el barco", añaden los convocantes de la concentración de esta noche, la segunda que se celebra por este motivo.
Grabaciones
La casa armadora alega que los buceadores ya bajaron a donde está hundido el barco, a unos 30 metros de profundidad, y que revisaron tanto la sala de máquinas como la zona donde están los aparejos, sin encontrar en ellos los cuerpos. También hicieron unas grabaciones, pero a los allegados de los dos náufragos no les sirven "porque las imágenes son muy borrosas por la profundidad y la turbidez del agua. Y en la sala de máquinas no llegaron a entrar". FARO intentó sin éxito contactar con la empresa propietaria del bateeiro. En el accidente también murió el patrón, Germán Fernández Triñanes.
