Varias cofradías de pescadores lusas entregaron esta semana las últimas sardinas de la temporada en el Ministerio de Agricultura portugués como forma de protesta contra el Gobierno por la escasez de cuota de la especie por el plan de gestión. Tanto los pescadores como ayuntamientos de la zona centro del país criticaron la posición del Ejecutivo luso, que no alargó la pesca de sardina al agotar el cupo.