La flota pesquera gallega es de la más antigua de Europa. El dato cifra en más de 1.500 los buques que pasan de los 40 años en Galicia, mientras que los 4.664 totales tienen una media de 32, superando el promedio europeo, de 29 años. Esto, unido a los desastres que produjo la crisis en el sector y las cuotas que cada año asignan (el cerco mismo se está quejando por la ausencia de cupos de anchoa), hace que los armadores cada vez más se vean abocados a optar por cortar por lo sano y empezar de cero. La solución de desguazar las embarcaciones es cada vez más habitual y por eso la Xunta intenta echar el resto este año para alcanzar el máximo número posible de las solicitudes presentadas. Como anunció FARO en junio, la Consellería de Medio Rural e do Mar ampliará las subvenciones para la paralización definitiva de la flota pesquera a 23,2 millones de euros, superando de esta forma los 10,3 millones iniciales.

La Xunta de Galicia confirmó a FARO que el comité de seguimiento del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (el FEMP) aprobó la solicitud presentada por Mar para ampliar este tipo de subvenciones. Lo que en un principio se pensó que serían unos 20 millones de euros se quedará finalmente en 23,2, lo que significa que es la que iba a ser la ayuda más baja desde el 2009 se convierte finalmente en la más amplia desde el 2008. Este beneplácito se formalizó ayer a través de la publicación de una orden en el Diario Oficial de Galicia (DOG).

De estos 23,2 millones, 3,1 estarán destinados a la flota de bajura (sumando los nuevos 1,1 a los 2 millones iniciales) y 20,1 a la de altura (11,8 millones que se suman a los 8,3 primeramente anunciados).

Tipos de buques

Según había aclarado en junio el secretario xeral do Mar, Juan Carlos Maneiro, la intención de aumentar estas ayudas es la de acoger a todas las solicitudes de la flota de bajura que cumplan con los requisitos. De igual forma, la idea es que con esto haya más buques de altura con subvenciones para el desguace. Y es que en total a la Xunta llegaron 84 solicitudes antes de que finalizara el plazo el pasado 21 de febrero: 43 de ellas correspondían a este tipo de barcos, mientras que 41 fueron de bajura.

El sector sigue quejándose de la falta de apoyo por parte del Gobierno español y de la Administración gallega, mientras prepara proyectos como el Aralfutur (el arrastrero del futuro), de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) para la construcción de buques más eficientes que los actuales. Proyectos que necesitan para salir adelante una financiación que en la actualidad no está disponible.