Un estudio realizado en el mar de Alborán afirma que una serie de elementos contaminantes, entre los que se encuentran los retardanrtes de llama, han sobrepasado la barrera son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica de los cetáceos y penetrar en su cerebro.

Los retardantes de llama son compuestos usados ampliamente en la industria. Se añaden a todo tipo de productos, como ropa, aparatos electrónicos, mobiliario o tapicerías con el fin de reducir su inflamabilidad. Con el tiempo, se ha demostrado que son contaminantes muy persistentes en el medio ambiente, que se acumulan en los organismos y que pueden tener efectos nocivos sobre las personas.

Este proyecto analizó muestras de 26 delfines, de cinco especies diferentes del Mar de Alborán confirmando que en el cerebro de todos ellos hay sustancias contaminantes.