El pesquero "Thunder", de bandera nigeriana, está siendo perseguido por tres barcos: dos de la organización sin ánimo de lucro Sea Shepherd y por un pesquero australiano que se solidarizó por la causa.

La conocida como "la persecución más larga a un barco furtivo" jamás realizada llega hoy a los 100 días y está ahora en manos del Sam Simon, el Bob Barker y el buque Atlas Cove, de la compañía Austral Fisheries.

Donde sea que vayan los furtivos, Sea Shepherd tiene intención de perseguirlos para impedir que cambien de nombre y pabellón, como sí hizo el Kunlun.

Por el momento no se sabe quién es el armador de este barco que fue interceptado por primera vez el 17 de diciembre en el banco Banzare, en la Antártida.