El calentamiento del agua de los océanos está provocando la aparición de especies pesqueras propias de las costas gallegas en latitudes en teoría más frías como aguas próximas a Noruega, el mar del Norte o el mar Báltico. Si a principios de septiembre expertos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) explicaban en A Coruña que habían detectado un repunte de los reclutamientos de merluza en las proximidades de Noruega -donde anteriormente su presencia era testimonial- ahora una investigación que analizó 57.000 censos de peces durante 40 años acaba de revelar que el calentamiento del agua de los océanos provoca que especies pelágicas como la sardina, la anchoa, la caballa -o xarda- y el jurel migren a latitudes nórdica, como el mar del Norte o el mar Báltico.

Este descubrimiento puede tener consecuencias nefastas para la flota gallega puesto que se trata de buena parte de sus especies objetivo y su migración puede conllevar mayores desplazamientos para su captura o su progresiva desaparición en aguas próximas a Galicia. De hecho, el estudio, publicado en la revista Global Change Biology, advierte de que algunas localidades pesqueras pueden ver amenazada su principal actividad con estos cambios ecológicos.

El informe apunta al aumento de la temperatura del agua como la principal causa de esa migración hacia el norte, un efecto incluso más acentuado en aguas del Atlántico. El autor principal del estudio e investigador del departamento de Ecología de la Universidad de Barcelona, Ignasi Montero-Serra, explicó a la publicación web GCiencia que las especies pelágicas son muy vulnerables a los cambios de temperatura de los océanos, por lo que son "un bioindicador excepcional para medir la dirección y velocidad del cambio climático que se espera en un futuro próximo".

La investigación -que analizó 57.000 censos de recursos pesqueros realizados en aguas europeas entre 1965 y 2012 con los datos facilitados por el CIEM- recuerda que las especies pelágicas tienen una gran dependencia de las temperaturas del agua a lo largo de su existencia, con la búsqueda de las mejores condiciones ambientales para su reproducción y el desarrollo y crecimiento de sus alevines. Una característica que las convierte en migratorias y propensas a aparecer o desaparecer de determinadas zonas en función de las condiciones climáticas.