El equipo de investigadores de Anfaco-Cecopesca ha logrado con los prototipos del proyecto Life Indufood una reducción del 30% de la emisión de gases de efecto invernadero en la producción de la industria alimentaria. Junto a las empresas Hermanos Rodríguez Gómez (Hermasa), de Vigo, y GH Electrotermia (Valencia), el equipo de investigadores de Anfaco ultima un sistema basado en inducción que permite rebajar el nivel de emisiones en las cadenas de producción, tipo conserveras u otras fábricas de alimentos.

Hasta el momento se utiliza en los procesos de la industria alimentaria una técnica vinculada a calderería, de modo que, según el grupo de diez investigadores, entre ingenieros o biólogos, se trata de modernizar el modelo, "para ser más respetuosos con el medio ambiente, acoplando la tecnología de inducción al sistema alimentario", cuenta Francisco Pérez Sabín, responsable de la División de Ingeniería de Procesos y Eficiencia Energética de Anfaco-Cecopesca. "No tenemos constancia de que exista una técnica así, por inducción, que se aplique en otros países", cuenta Pérez Sabín, que añade que se trata de un modelo pionero y que el objetivo es también exportarlo a otros lugares.

El sector empresarial implicado en este proyecto, centrado en la parte de maquinaria, trabaja en varios países, de modo que la tecnología en la que actualmente trabaja el grupo de Anfaco podría implantarse en breve en otros mercados.

"El proyecto debe estar culminado en 2015. Estamos con los prototipos y los resultados son muy buenos: entre un 20% y un 30% de reducción de gases en la cadena con inducción. He de decir que en caso de realizarse con placas solares, con energías verdes, la emisión de gases puede rebajarse a cero", expresa Pérez Sabín.

Para este ingeniero que dirige el estudio científico-técnico en el que se invertirán un millón de euros (cofinanciado por la Unión Europea y Anfaco), "estas nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente implican, además, un ahorro económico". Según sus explicaciones, aplicar este sistema en conserveras ya en funcionamiento "puede ser costoso" porque hay que realizar adaptaciones, "sin embargo, para nuevas compañías que se dediquen a la industria alimentaria, instalar ya la nueva técnica supondría un ahorro de antemano".

"Nos centramos en la parte de cocción y esterilización (en medio se sitúa el enlatado)", cuenta Pérez Sabín, que explica el proyecto como "novedoso y orientado a empresas que busquen ser eficientes, desde un punto de vista medioambiental y también de costes".

En línea con Europa

El proyecto liderado por Anfaco, que se inició hace un par de años, busca cumplir los objetivos del Protocolo de Kyoto y del Horizonte 2020 de la Unión Europea. Ha sido uno de los trabajos elegidos por la Fundación Empresa Universidad-Gallega (Feuga) para la presentación de ayer en Santiago, ante empresarios e investigadores gallegos, de las líneas estratégicas en innovación en el sector alimentario.

El proyecto de Anfaco va en la línea de la RIS3, la estrategia de especialización inteligente para acceder a los fondos europeos en los próximos años. "La valorización de los recursos del mar, la modernización de la acuicultura, un nuevo modelo industrial centrado en la competitividad y el conocimiento o el envejecimiento activo" son algunas de las claves para el desarrollo económico y tecnológico en Galicia. El proyecto de Anfaco busca integrar el sistema por inducción para ahorrar costes y energía.