La producción mundial de langostino, actualmente de entre 7 y 8 millones de toneladas, seguirá subiendo en los próximos años y en el horizonte de 2030 podría situarse entre los 11 y los 18 millones de toneladas. Así lo señaló Audun Lem, jefe de la subdivisión de Comercio y Productos Pesqueros de la FAO -organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación- que ayer asumió la primera de las ponencias del congreso internacional del langostino que organizaron FAO y Conxemar y que reunió en Vigo a 350 expertos mundiales en esta especie, como evento previo a la inauguración, hoy, de la feria internacional del congelado de productos del Mar, Conxemar. Audum Lem señaló que el incremento de producción estará condicionado, sin embargo, a factores como la evolución económica, los precios de la energía o el crecimiento de China, por el tirón que pudiera producir en la demanda de unas especies que concentran el 15% del valor total de los productos pesqueros comercializados en el mundo, lo que lo sitúa por delante del salmón y el atún y cuya producción en cautividad -acuicultura- dependerá de la evolución de Asia. Según Lem, por lo que respecta a la evolución de los precios, podrían bajar en el futuro en función del aumento de la demanda.

Al congreso de ayer asistió también, en representación de la administración central el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, quien destacó que aunque la producción española no supera las 4.500 toneladas, el langostino sí se presenta como una especie de gran trascendencia en el ámbito de la comercialización. Y es que más de la mitad del valor de las importaciones pesqueras que realiza España proceden del langostino congelado, con la industria procesadora de Vigo y el sur de Galicia como centro de referencia.

Hermida reconoció las preocupaciones del sector acuícola en lo relativo a las "dificultades administrativas" para crear una nueva planta, lo que "disuade a los empresarios de hacer inversiones", por lo que apostó porque las Administración central y autonómicas se "coordinen" para crear "autorizaciones más ágiles" y que "no haya que pedir las mismas en hasta tres administraciones distintas".

Por su parte, Paloma Rueda, directora de Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar), que acudió al congreso en sustitución del secretario do Mar, Juan Maneiro, concretó que de Europa, España es la primera importadora de vannamei, la especie de langostino que lidera la producción mundial, de la que llegan anualmente a Europa 150.000 toneladas y de las que España compra el 35%. Mientras, el gambón argentino es especialmente valorado en España hasta el punto de que si Europa importó el pasado año más de la mitad de la producción total, que fue de algo más de 100.000 toneladas, España importó 40.000, más del 75% de lo que compró la UE. Además, señaló la acuicultura como "la mejor de las alternativas para hacer sostenible el recurso", aunque destacando la importancia de se realice "bajo rigurosos controles sanitarios" y recordó que Galicia es pionera en estos controles.

El congreso concluyó con una mes aredonda en la que participaron los ministros y responsables pesqueros de los principales países productores, como es el caso de Argentina, Filipinas, Chile, Honduras, Mozambique, Tailandia, Vietnam e India, con presencia del secretario español de Pesca. Durante sus exposiciones, detallaron las mejoras tecnológicas y la adopción de criterios científicos para la explotación y producción de la especie, en busca de un "crecimiento sostenido" al objeto de poder incrementar su producción tanto en calidad como en cantidad. Hermida, por su parte, avanzó la creación en España de una etiqueta que certifique la procedencia controlada de las producciones pesqueras.