Es un partido que dura varios días y en el que los participantes muestran una enorme cautela en sus movimientos y donde siempre cabe la sorpresa en el resultado final. Así describen algunas fuentes las reuniones anuales de la organización internacional que gestiona las pesquerías del Atlántico Noroccidental (NAFO), como la que hoy termina en Vigo.

Y las últimas jugadas de la cumbre se iniciaron a media tarde de ayer, cuando los negociadores de los doce países y organizaciones -Unión Europea, Canadá, Cuba, Estados Unidos, Japón, Corea, Rusia, Ucrania, Francia, Dinamarca, Islandia y Noruega)- que integran NAFO se quedaron solos para perfilar el acuerdo final, el que desde hoy debe dejar establecidas las posibilidades de pesca de las distintas especies en el caladero cercano a Canadá y que debería conocerse este mediodía.

Y, con el Total Admisible de Capturas (TAC) de fletán negro -salvo sorpresa en la negociación final- casi preestablecido en una subida cercana al 1%, hasta alcanzar las 15.578 toneladas en función del modelo de gestión en marcha y los informes científicos, la asignación de las posibilidades de pesca del bacalao centró el grueso de la recta final de una compleja negociación que continuaba al cierre de esta edición.

Así, las fuentes consultadas al inicio del último tramo de negociaciones aventuraban que el tope de capturas podría quedar establecido entre las 10.800 y las 14.000 toneladas, una variación a la baja frente a las 14.500 establecidas para el presente ejercicio y que representaron una subida del 3% respecto al año anterior. Las reiteradas peticiones de Noruega -uno de los primeros productores mundiales de bacalao- de rebajar el tope de capturas en NAFO el próximo año a 5.000 toneladas se consideran algo frecuente en estas reuniones y anoche se mantenía que existían pocas posibilidades de que tal propuesta saliera adelante en la negociación final a la vista de que, al menos públicamente, no recibió apoyos.

El sector pesquero español que opera en esos caladeros, una veintena de barcos de Vigo y O Morrazo-, confiaba aún anoche en lograr mantener las posibilidades de pesca de la especie y más ante las mejores perspectivas que se plantean a partir de 2016, en función de los informes científicos.

La flota, como ya había avanzado antes del inicio de la cumbre viguesa, aspira a la estabilidad y que no se produzcan cambios significativos en la asignación de cupos de otras especies de su interés, como es el caso de las rayas, locha o gallineta.

Para las rayas, la recomendación científica era mantener el actual tope de pesca de 7.000 toneladas; para la locha la propuesta de los científicos apuntaba a 1.000 toneladas con posibilidad de revisión en caso de que haya abundancia de la especie, mientras que para la gallineta en una zona -3-M- el sector esperaba a mantener las 6.500 toneladas del TAC actual y el de 20.000 en la zona 3-0.

Al margen de la distribución de posibilidades de pesca, en la reunión de NAFO se abordaron también cuestiones referidas a medidas de gestión o control, así como de protección de hábitats vulnerables, como es el caso de las poblaciones de corales o esponjas, con propuestas para vetar hasta cuatro áreas marinas a la pesca.