De nuevo un maltés al frente de los asuntos pesqueros de la Unión Europea. Se trata de Karmenu Vella, elegido por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para asumir las competencias en Pesca y Asuntos Marítimos, a las que sumará las de Medio Ambiente en una cartera que nace con el objetivo de reflejar la lógica gemela del crecimiento "azul" y "verde". Vella, un veterano político laborista de Malta, que ocupó varias carteras ministeriales -Obras Públicas, Energía o Turismo- en su país y que ha estado presente en el parlamento maltés durante 38 años, sustituirá a la griega Maria Damanaki, llegada al cargo en diciembre de 2009 en sustitución, precisamente, de otro maltés, Joe Borg.

Desde el sector pesquero español y gallego, se ofreció ayer mayoritariamente una cortés "bienvenida" y los tradicionales deseos de "buena suerte en su gestión" al futuro comisario, del que esperan un "talante dialogante" y una mayor cercanía con la flota y la industria pesquera.

Sobre la fusión de pesca con Medio Ambiente, desde la patronal pesquera española Cepesca, su secretario general, Javier Garat, la interpreta como "una sorpresa, que no es lo deseable para el sector, pero que a priori no tiene por qué ser negativa", aunque reclama a Vella que "entienda que ese crecimiento azul y verde que se le ha encomendado solo será posible desde el entendimiento de la sostenibilidad medioambiental, social y económica de la pesca, interpretándola más allá de la exclusiva conservación de los recursos marinos y considerando a los pescadores como parte del ecosistema".

En tales palabras está implícita una crítica a la todavía comisaria de Pesca, la griega Maria Damanaki, cuya próxima sustitución es motivo de alegría en un sector que la calificó como "la peor comisaria de Pesca de la historia desde que hay política pesquera común", en palabras de Garat, y para la que no se evitan críticas por su actitud y sus políticas propias de "conservacionista radical".

Desde la Cooperativa de Armadores de Vigo, su director gerente, José Ramón Fuertes, también expresó su bienvenida y deseos de suerte en su gestión al maltés Vella, un desconocido para el sector, y se limitó a manifestar su esperanza de que "tenga contacto con el sector, que conozca su realidad y sus circunstancias antes de tomar decisiones".

Y ello, en contraposición a la actitud de Damanaki "con la que pese a haberlo intentado nosotros de todas las formas posibles careció de contacto con los pescadores y ha hecho mucho daño al sector, con medidas o actitudes como su ofensiva contra la pesca de arrastre, la normativa de aletas que ha impactado tanto en los palangreros o sus recomendaciones de consumo de pescado".

Mientras, desde la pesca de bajura, el aún presidente de la Federación Galega de Confrarías, Benito González, también espera del nuevo comisario, que "tenga más en cuenta al sector y se aleje de las posiciones tan ecologistas de Damanaki, porque aunque todos estamos en la necesidad de proteger los recursos, y los más interesados somos los pescadores, hay que tener en cuenta también el aspecto social de las medidas que se toman".

Desde la Consellería do Mar se evitó ayer realizar una valoración de la elección de Vella a la espera de conocer su gestión.

Finalmente, desde la parte sindical el ersponsable de CIG Mar, Xavier Aboi, se mostró irónico y escépctico con la elección, de nuevo de un maltés para comisario de Pesca. "En ese país, deben tener un gen especial porque con menos población que la provincia de Pontevedra, llevan ya dos comisarios de Pesca en quince años y con un enorme poder para decidir sobre nuestro futuro; la verdad es que no espero nada bueno". Para Aboi, "sin valorar a la persona, esto habla de cómo funciona Europa y creo que cada vez está más claro que en esa Europa sobra Galicia".