El cerco gallego no desea entrar en la "guerra de la anchoa", sino que apuesta por el diálogo y el buen entendimiento entre el sector de las distintas comunidades y la administración pero reivindica su derecho a acceder a un recurso que este año apareció en las aguas gallegas de forma "inesperada y explosiva" a final de verano, justo en un año sin sardina y con escasez de jurel y caballa.

Así se pronunciaba ayer el vocal de la mayoritaria asociación de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, tras la reunión de la comisión sectorial del cerco del Conselo Galego de Pesca que, tal como posteriormente comunicó la Consellería do Mar, por unanimidad rechazó el cierre de la pesquería en la zona VIIIc -de Fisterra al golfo de Vizcaya- decretada hace unos días a propuesta de la organización de productores del Cantábrico "por tratarse de una medida sobre la que una organización de productores carece de competencia, ya que versa sobre la gestión de un recurso y no sobre su comercialización".

Además, la comisión del cerco apoyó ayer la reapertura de la pesquería, válida desde ayer, establecida el pasado viernes por la Secretaría General de Pesca e instó a recibir, a la mayor urgencia posible, aclaración sobre el mecanismo a usar para establecer del tope de anchoa en esa zona para 2015 y, especialmente, aclarar si el consumo de la especie en el segundo semestre de este año computará contra la cuota do 2015.

Así, el cerco gallego se opone, por "lesivo para los intereses de la flota gallega" al cambio de modelo de fijación del tope anual de anchoa, por lo que insta a Pesca a realizar las gestiones oportunas para mantener el modelo actual, con un tope de capturas que abarca el segundo semestre de un año y el primero del siguiente.

Mientras, para la zona IXa -de Fisterra al golfo de Cádiz-, también cerrada y donde la flota de Galicia solo tienen el 1,14% de cupo -el resto se asignó a la flota andaluza-, la comisión del cerco gallega solicita la inmediata reapertura de la pesquería y el cumplimiento del compromiso del anterior secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, de habilitar cuota suficiente para la flota gallega cuando el recurso apareciese en aguas de esta área.

A las críticas recibidas desde las flotas vasca y cántabra por la reapertura cautelar y solo para capturar 2.000 toneladas en el Cantábrico -de Fisterra al norte-, se sumó ayer el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, quien publicó en su cuenta de Facebook que la reapertura la pesquería de la anchoa en el Cantábrico "genera una alteración de las cuotas acordadas".

Para el gobierno vasco, la reapertura de la pesquería es "inconcebible e inaceptable". Mientras, pescadores vascos avisaron ayer de que explotarán el recurso tras la reapertura de la pesquería y que incluso podrían dejar la costera del bonito para dedicarse a la anchoa.

Por su parte, desde el Ministerio de Agricultura, el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, terció también ayer en la polémica y defendió que la reapertura de la pesquería de la anchoa garantiza cuota suficiente para 2015 en el Cantábrico, por ser limitada, y criticó la actitud "poco solidaria" de los pescadores cántabros y vascos.

Hermida precisó que si se pescaran las 2.000 toneladas ahora autorizadas, sumadas a otras 2.000 ya capturadas, se habría cubierto un 25% del Total Admisible de Capturas (TAC) hasta julio. "Creo que con una reserva del 75% para 2015 es más que suficiente" y señaló que los 180 barcos de cerco del Cantábrico noroeste podrían disfrutar de ese cupo, aunque admitió que es más lógico que lo desembarquen buques de Galicia porque el pescado apareció cerca de sus costas.