Para la comisaria de Pesca de la Unión Europea, Maria Damanaki, no hay sitio en todos los Estados ribereños del Atlántico Centro-Oriental (costa africana) para que la flota europea disponga de cuotas de cefalópodos. El próximo mes se cumplen dos años de la expulsión de una veintena de buques gallegos que operaban en Mauritania porque el acuerdo bilateral así lo estableció.

En una respuesta escrita parlamentaria del pasado miércoles, Damanaki expresa -en una pregunta relativa a los Estados no cooperantes contra la pesca ilegal- que "las evaluaciones científicas llevadas a cabo por el Comité de Pesca para el Atlántico Centro-Oriental indican que las diferentes poblaciones de cefalópodos están sobreexplotadas". La flota había planteado la posibilidad de faenar pulpo en Guinea, por ejemplo, tras la expulsión del caladero mauritano.

"Según la información de la que dispone la Comisión, los Estados ribereños afectados -próximos a Mauritania- prefieren que estas pesquerías de cefalópodos queden en manos de sus flotas nacionales". La comisaria hace esta aseveración después de que un informe del presidente del Comité de Pesca, el español Gabriel Mato, desvelase que había más de 200 grandes buques chinos faenando pulpo y calamar en aguas mauritanas.