Antonio o "Tonacho" , con 58 años y desde los 13 en el mar, no recuerda una situación tan mala para la sardina. "Antes podía fallar unas semanas pero volvía pero desde hace unos años falla todo el tiempo". El armador está seguro de que "no es que no haya sardina, pero igual no se acerca a tierra por el estado de las aguas, más frías por el deshielo, o por la contaminación, como en la ría de Vigo, donde antes crecían los peces pequeños y ahora no se encuentran".

Con San Juan a poco más de dos semanas vista y una alta demanda del mercado en puertas, la sardina, un año más, vuelve a hacerse esperar. La mala situación del recurso que han constatado los científicos que estudian su situación en los caladeros ibéricos -desde el golfo de Vizcaya al de Cádiz- la asume un sector que, pese a todo, aún confía en que la especie haga acto de presencia en las aguas y lonjas gallegas para poder saldar en positivo los días de mayor precio y demanda del mercado y dar alivio a sus dificultades por la escasez de posibilidades de pesca en otras de sus especies de interés, como anchoa, jurel o caballa. También las plazas de abastos y pescaderías esperan con impaciencia por un pez tradicionalmente de consumo popular y que en los últimos veranos alcanzó cotizaciones de entre diez y 12 euros por kilogramo,muy superiores a otras habitualmente más caras, como la merluza.

Y la confianza del sector pesquero se centra en el cambio de tiempo, en que mejore la climatología, concluyan las lluvias y se temple el ambiente. Pero, de momento, especialmente en las aguas del sur de Galicia, la sensación general es la que traslada José Manuel Saavedra, el presidente de los cerqueros de Pontevedra, quien señala que "no se ve una sardina en el mar". También los vendedores del puerto de Vigo confirman la ausencia de la especie. "Pero esto no es nuevo, llevamos así todo el año y los anteriores", explica Fernando Fernández Ibáñez, de la Asociación de Vendedores del Puerto de Vigo.

Tales impresiones parece quedar contrastadas con los datos del portal pesquero de la Consellería do Mar, que ayer mismo reflejaba que en la lonja de Vigo, la de mayor volumen de ventas de Galicia y también de España, en lo que va de mes se subastaron poco más de 550 kilos de sardina, frente a los casi 16.000 del pasado año por las mismas fechas. Mientras, los datos de la lonja de A Coruña reflejan algo más de sardina, 2.710 kilos, aunque es una cantidad diez veces menos que el pasado año en los mismos días.

"Tiene que venir algo de calor y seguro que entra alguna sardina", señala Andrés García, el responsable y portavoz de los cerqueros gallegos asociados en la mayoritaria Acerga, quien se muestra confiado en que la esperada especie no faltará a su cita con San Juan y el verano gallego. "Hay poca pero alguna hay" , indica, aunque apunta a mayor presencia de la especie en puertos del norte gallego, como los de la costa de Portosín, Camariñas, Malpica o A Coruña, donde, como marca el mercado, la escasez se paga. Así, concreta el "precio excepcional, buenísimo" logrado en primera venta hace unos días -40 euros-, por una caja de entre 14 y 15 kilos.

Mientras, Saavedra, que acaba de regresar de la campaña de la anchoa en el Cantábrico, se lamenta de que ni en el Cantábrico ni en Galicia aparezca la especie, como comentan sus compañeros del sector, más que alguna descarga puntual en puertos coruñeses por la aparición "esporádica" de algún banco de peces.

El líder de los cerqueros de Pontevedra confirma lo que su sector y el mercado repiten, que la sardina no aparece y recuerda como algo casi excepcional las 500 cajas que logró capturar hace unos días un barco en aguas coruñesas, aunque en general "no se ve una sardina".

Para Saavedra, que falle esta especie justo cuando hay más demanda en el mercado, es una mala noticia para un sector que ve como se reducen cada vez más sus posibilidades de pesca en sus prinicipales especiers. "Ya sabemos cómo está la caballa y el jurel y a la campaña de la anchoa ya le quedan un par de días, así que ahora la confianza del sector está en el cabalón, que es un recurso bastante seguro y al que van tanto barcos grandes como pequeños".