La flota gallega de cerco está preparada para afrontar una nueva cruzada, la del plan de gestión de la sardina que plantea el Gobierno. La delegación gallega -representantes de la Consellería do Mar y del cerco- reclamará el próximo 21 de mayo en Madrid, en la reunión del Comité Luso-Español, que el reparto del Total Admisible de Capturas (TAC) para la sardina no se realice en base a criterios históricos sino teniendo en cuenta principios socioeconómicos y las características propias de las flotas de cada país. Edelmiro Ulloa, secretario técnico de la Asociación Provincial de Armadores de Buques de Cerco de Pontevedra, cree que lo ideal sería que "este año se llegue a un acuerdo" para así tener "más flexibilidad".

Los representantes del cerco gallego recuerdan que un reparto en base a datos históricos les perjudica y les penaliza pese a que en los últimos años Galicia fue más sensible en la conservación de la especie, con topes diarios de capturas autoimpuestos y la limitación del esfuerzo mediante la reducción de su faena semanal en un día, a solo cuatro, frente a los cinco del resto.

De aplicarse el plan de gestión de la sardina tal y como fue presentado por el Ministerio de Agricultura, el futuro del sector estaría en grave peligro, lo que repercutiría directamente en el aporte económico que reciben muchas familias de localidades costeras gallegas.

Otra de las demandas del sector es la presencia, en futuras reuniones con la Secretaría General de Pesca, de científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO), encargados de evaluar los stocks de la especie. Una participación, opinan, que debe tener una doble finalidad: además de detallar los informes científicos sobre la situación de la especie, los expertos del IEO deberían cooperar en el diseño y puesta en marcha de la próxima campaña de evaluación, en la que el sector está dispuesto a colaborar. "Que no se tengan en cuenta sólo a los peces, sino también a los marineros", apunta Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga).

Por otra parte, la flota reivindica además que se incluya dentro del plan de gestión de la sardina la zona CIEM VIIIb (del golfo de Vizcaya), pues la pesquería que se realiza en dicha zona afecta de manera importante al resto del caladero, correspondientes a las zonas CIEM VIIIc y IXa (sector norte y noroeste de España y costa de Portugal), si bien Ulloa cree que habría que ser prudentes con este tema, puesto que "dependiendo desde qué prisma se vea puede ser bueno o no oncluirlo".

Los esfuerzos de la delegación gallega se centrarán también en la eliminación del TAC cero si la biomasa de la especie es muy baja, algo que estiman "inasumible". El sector propone medidas específicas de gestión como las limitaciones del esfuerzo, las paradas temporales o la protección de alevines, todas ellas encaminadas a alcanzar los objetivos de sostenibilidad. "Esperamos que nos tengan informados", sentenció Ulloa.