Un grupo de piratas armados asaltó el marte un buque cisterna japonés en el estrecho de Malaca, al que robó parte del combustible que transportaba y secuestró a tres miembros de la tripulación. La tripulación fue atada y encerrada mientras los asaltantes vertían 3 millones de litros de gasóleo a dos cargueros, antes de huir unas cinco horas más tarde.