El sector pesquero gallego y español, desde los barcos hasta las plantas de procesado y frigoríficos, pasando por laboratorios y hasta por los controles sanitarios fronterizos, vive días de examen por parte de una "rigurosa" delegación de nueve inspectores rusos. Tales inspecciones "in situ" son la exigencia impuesta por las autoridades rusas para autorizar de nuevo las exportaciones de productos pesqueros españolas a la Unión Aduanera (Rusia, Bielorrusia y Kazajstán), suspendidas desde hace un año para las 215 empresas españolas -a excepción de una (Frinova)- autorizadas hasta entonces en tanto no acrediten el cumplimiento de la normativa sanitaria en toda la cadena productiva del pescado.

Y, como había avanzado este diario, la delegación de nueve inspectores rusos -acompañados por técnicos de los Ministerios de Agricultura y Sanidad españoles- se desplazó esta semana a Galicia, con Vigo como centro de operaciones. En paralelo, se realizan también inspecciones en plantas e instalaciones de Madrid y Andalucía.

Desde su llegada a Vigo, el pasado miércoles, según las fuentes consultadas por FARO, los técnicos rusos han visitado ya cinco plantas de procesado y frigoríficos, tanto en la propia ciudad y comarca de Vigo como en la localidad coruñesa de Camariñas. Las instalaciones visitadas en Vigo serían Frioya y tres del grupo Pescanova -Frivipesca, Frinova o Frigodis-. Además se realizaron controles en Frigoríficos Camariñas, en la localidad coruñesa.

Y, ayer, la delegación inspectora se marcó como objetivos uno de los barcos de la flota arrastrera congeladora que opera en Nafo, el "Playa de Menduiña Dos", atracado en Cangas, y los laboratorios del centro tecnológico de la patronal conservera española Anfaco Cecopesca, en el campus universitario vigués de Lagoas Marcosende.

Según las fuentes sectoriales consultadas, las inspecciones fueron "muy exhaustivas y rigurosas; serias y profesionales," y se prolongaron varias horas.

Los inspectores rusos, que solo permitieron el uso de su idioma, por lo que acudieron con traductores, reclamaron todo tipo de datos documentales, así como información de todo el proceso de trabajo, tanto a bordo como en el laboratorio, de referencia en España para el sector alimentario.

Nuevos datos

En el caso de los laboratorios de Anfaco, pese a contar con acreditaciones y reconocimiento de autoridades rusas, se reclamaron datos sobre los sistemas de autocontrol, del proceso de toma de muestras, del sistema de recogida del exterior y hasta lavado de material de análisis.

Para la próxima semana, está prevista la visita a algún otro arrastrero de forma que se valide el cumplimiento a bordo de todas las normativas sanitarias impuestas por las autoridades de la Unión Aduanera, así como el Punto de Inspección Fronteriza (PIF) del puerto vigués.

Desde el sector se está "convencido de que estamos bien preparados, hemos hecho cursos de formación sobre sus requisitos y cualquier ajuste o sugerencia que reclamen creemos estar en disposición de atenderla". Así, señalan que "lo importante es que a corto y medio plazo se puedan recuperar las exportaciones, algo en lo que nos va mucho".