"Hay que salir al mar porque la pesquería se abre ya, el hambre ya es grande y no podemos hacer nada más, solo seguir denunciando esta injusticia y que no se olviden de esto para el año que viene". Así se expresaba ayer por la tarde el cerquero vigués David González, desde la asamblea de Portosín donde la asamblea de armadores críticos con el reparto de cuota de caballa y jurel analizaba los términos de un "acuerdo" que acaba con muchos días de movilizaciones en exigencia de un cambio de modelo de reparto de cupos finalmente no logrado.

En sintonía con tales sensaciones, la decisión final de tal asamblea fue que el próximo lunes su flota -unos 130 barcos- sale al mar, que se acabó el amarre de sus barcos y que a partir de ese momento y en las próximas horas ya solo queda negociar con la Consellería do Mar los últimos flecos de la polémica distribución de los cupos y pulir los últimos datos.

En la asamblea, el sector evidenció "resignación, porque esto no es un acuerdo sino una dictadura y no podemos luchar contra molinos de viento" , en referencia a la imposibilidad de lograr ya para este año el ansiado cambio de modelo de reparto que prima las capturas históricas y que perjudica a la mayor parte de la flota del cerco gallega.

Mientras este sector mayoritario del cerco -el 80 del sector- apuraba su propio reparto de cupos, los buques de Ribeira -seis-, con mayor cuota de xarda, que se negaron a entrar en el acuerdo de redistribución y a ceder parte de ella a los buques con menos posibilidades de pesca y que ya solicitaron a Madrid gestionarla forma individual, zarpaban hacia el caladero para iniciar una campaña que se abrirá en pocas horas o incluso mañana. En tan poco tiempo, que incluso quizás sean horas. Y es que el propio secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, destacaba ayer en A Coruña tras reunirse con el sector que prevé resolver esta semana el inicio de la pesquería de caballa ya que "no hay marcha atrás". Domínguez también se mostraba reacio a modificar el reparto de los criterios de reparto para el próximo año, algo que volverán a pelear los cerqueros gallegos.

El malestar del sector mayoritario con los colegas ribeirenses y a la espera de conocer la decisión de los armadores de Burela y Cambados -con mayor cupo- a incluirse en el acuerdo era patente entre los armadores de la denominada "asamblea de Portosín" ya que "les pedimos una limosna y nos dieron una patada" en referencia a las 160 toneladas de su cupo de xarda solicitado como compensación.

Por la mañana, tras la reunión de más de tres horas del sector en A Coruña con el propio Carlos Domínguez, la conselleira do Mar, Rosa Quintana,y el delegado del Gobierno, Samuel Juárez, el presidente de la Asociación del cerco de Galicia y portavoz del sector crítico con el reparto, Andrés García, se refería a esta negativa de los cerqueros de Ribeira a ceder parte de su cuota si a cambio no se les compensaba en el jurel. " Y no estamos dispuestos a eso", señaló García.

Pero la flota de Ribeira no es la única que solicitó a la Secretaría General de Pesca gestionar su cuota de forma individual.

En total son 33 los barcos que, por ahora, están fuera del acuerdo para realizar el trasvase de cupos, pero a diferencia de los de Ribeira, algunos de estos cerqueros -principalmente de Cambados y de puertos lucenses- manifestaron que van a renunciar a la gestión individual y se sumarán al reparto que propone la asamblea de Portosín.

"Sabemos que hay barcos que pidieron el reparto individual por incertidumbre pero que van a rectificar porque ya manifestaron que se unen a la gestión conjunta", explicó el portavoz de Acerga.