Con buena parte del sector del cerco como protagonista en los últimos días de protestas y movilizaciones para exigir un nuevo modelo de reparto de caballa y jurel, la conselleira do Medio Rural e do Mar reconoce que la última semana "no fue fácil". Tras recuperar el diálogo con los cerqueros críticos con el reparto -denuncian salir perjudicados frente a flotas como la vasca- y ver con "alegría" como en la tarde del viernes todos los representantes del sector acercaban posturas, ayer tales expectativas se alejaban con el "no" de la asamblea de cerqueros celebrada en Portosin a un acuerdo que mantenga este año el sistema de distribución.

-¿Cómo valora esa decisión?

-Lo que espero es que el martes (cuando está convocado todo el sector) las dos partes tengan sus propuestas analizadas, razonadas y podamos hablar sobre un documento. El no de hoy (por ayer) si es sin contrapropuesta y sin mirar los números, es desesperante. Yo creo que para negociar hay que llenarse de razones, ver los números también de los demás. Si no, no sé con quién me voy a tener que sentar a negociar.

-La asamblea insiste en exigir un reparto lineal por tripulante para este año...

-Lo que hablamos es que lo que no se pueden es imponer unas razones sobre otras. Creo que a estas alturas del año hay que empezar a pescar y ser conscientes de que no se pueden cambiar las reglas cuando ya empezó el partido. Y darse cuenta de que para modificar las condiciones del reparto hay que volver a convocar a todas las comunidades, a todos el mundo, volver a negociarlo todo. Lo que acordamos el viernes es buscar el mejor modelo de gestión este año con lo que tengamos y después sigamos buscando propuestas de mejora para el año que viene. Lo contrario es un sinsentido y entonces sí entiendo que detrás hay intereses ajenos al sector pesquero. En otras comunidades se está trabajando y lo único que espero es que el martes traigan una propuesta.

-¿Cómo interpreta la movilización del sector?

-A mí me cuesta mucho entenderla. Lo que se trasladó a la opinión pública estos días no responde a la forma de ser normal de este sector, de los marineros y armadores de Galicia. Quiero entender que llevan mucho tiempo sin poder salir a trabajar por el invierno duro que tuvimos y a lo mejor esta situación, por una mala información que se les debió difundir, hizo que saltaran los ánimos pero desde luego no me quedo con esta imagen del sector.

-Dice que hubo una mala información...

-No creo que fuera con mala intención de ninguno de los representantes del sector pero que hay una mala interpretación de los datos sí, porque de otra manera no se entienden estas actitudes tan violentas cuando el año pasado teníamos 1.600 toneladas de cuota y este año partíamos de 1.950 y siempre mantuve que este año se podía ver incrementado con el acuerdo con Noruega. O sea, que si teniendo más cuota siendo la misma flota yo no podía entender la razón del sector para montar estos actos tan virulentos.

-El sector se siente perjudicado en el reparto de xarda según tripulantes y flota.

-Los criterios de reparto emanan de una ley y en base a esos criterios y a propuesta de los representantes del sector de las distintas modalidades de pesca se llegó a un acuerdo que hizo que estos criterios de reparto favorecieran al cerco sobre el arrastre. Y se llegó a un acuerdo sobre porcentajes para el arrastre, el cerco y las artes menores y fijas. Ahora, con base a esos criterios vemos de nuevo entre todas las comunidades lo que corresponde a cada uno. Es cierto que con esos criterios de reparto a nosotros nos toca un 25% de xarda y al País Vasco un 48% pero no es menos cierto que a nosotros nos toca un 50% de jurel y al País Vasco un 23% con lo cual no hay un favoritismo para un arte o una comunidad sobre otra y eso se planteó en las mesas de trabajo con los representantes de todas las modalidades de pesca de todas las comunidades. Por tanto, no se trabajó con cartas escondidas bajo el brazo, sino con todos los datos, se moduló el criterio de los históricos con criterios socio económicos; se buscó que todo el mundo saliera lo mejor posible.

-Sobre el aumento de cuota por el acuerdo con Noruega, el sector cree que aún se van a consolidar las diferencias?

-Nosotros vamos a tener este año 3.400 toneladas y si el año pasado nos arreglamos con 1.400 que nadie me diga que no llega porque entonces sí que ya rompo la baraja porque no entiendo nada. Que no se intente de nuevo liar al sector. Vamos a sentarnos, a planificarnos y a diseñar un nuevo modelo de gestión. Lo que no puede ser es decir que se quiere un criterio para la xarda, otro para el jurel y otro para la sardina. No, el criterio tiene que ser unánime. En unos casos salimos más beneficiados que en otros. En el caso del jurel nadie dice que Galicia sale más beneficiado que el País Vasco. ¿Y cuál es nuestra pesquería fundamental todo el año? El jurel, la sardina... Y en ésas salimos beneficiadas.

-Con el sistema en vigor, a un marinero de Guipúzcoa le corresponden cuatro veces más kilos de xarda que a uno de Pontevedra.

-Si lo pasamos al jurel, perdemos dos millones de kilos en el jurel. Y esos son los datos que no le explican a la gente. Vamos a ser serios. Yo lo que no puedo hacer es pedirle a las otras comunidades que como este criterio me favorece para la xarda pido éste y para el jurel pido otro. Porque estamos hablando del sector, no de enemigos entre sí.

-¿No se puede modificar el reparto?

-Pero si ya se modificó y precisamente esta modulación de criterios socioeconómicos fue para potenciar un poco más a Galicia. Si es que Galicia cuando fue a las negociaciones a Madrid fue pensando que una horquilla del 20 y el 25% de caballa sería un resultado satisfactoria y ya vinimos con un 25%? Lo que espero es que todos los representantes del sector asuman que tenemos la posibilidad de hacer una gestión pesquera más eficiente en Galicia, contando con todos, donde nadie salga perjudicado y ayudándonos para conseguir lo que todos queremos. Es la imagen de sector serio, profesional, que lo somos pero que por desgracia con los incidentes de los últimos días... Incluso la directora de DG Mare seguía en Bruselas lo que pasaba en Galicia y estaba un poco preocupada.