Después de la manifestación celebrada el pasado martes en Santiago por la flota de cerco gallega, que finalizó con una dura carga policial que se saldó con tres detenidos y numerosos heridos, y del abandono de la reunión convocada a primera hora de la tarde con el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, los armadores de cerco volvieron ayer a reunirse en la localidad coruñesa de Portosín para celebrar una nueva asamblea para decidir cuáles son los siguientes pasos a dar.

Después de varias horas de debate, el sector anunció el cierre de las lonjas de Vigo y A Coruña "de forma pacífica" en señal de protesta contra el reparto de los cupos de xarda y jurel que plantea el Gobierno. Además, los marineros viajarán hasta Asturias para secundar la protesta convocada por los pescadores del principado.

Desde la Asociación de Comercializadores de Pescado de Vigo (Ancopevi) matizan el anuncio de cierre y aseguran que "no han participado en ninguna reunión" dando por hecho de que las empresas presentes en la lonja de Vigo, al menos y siempre de acuerdo a la decisión que adopte cada una, trabajarán como siempre. "Respetamos las reivindicaciones de los marineros pero no estamos en esa guerra", aclaran.

"Va a ser un cierre pacífico, están todos informados y entienden y comparten nuestra reivindicación", explicó el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, al término de la asamblea.

Según afirmó García son varias las dársenas cerradas en los últimos días -como las de Sada o Portosín- debido a que no entra pescado por el amarre de cerco, que seguirá paralizado. "Queremos que se cierren las dos grandes para que sea más reivindicativo", explicó el portavoz de los armadores.

Y mientras las lonjas paralizarán su actividad, los armadores pondrán rumbo a Asturias, donde está convocada una manifestación en protesta por el reparto y una huelga general en el sector pesquero asturiano, que también paralizará las lonjas. "Tenemos que apoyar a los asturianos, porque estamos las dos comunidades con el mismo problema", explicó el portavoz de Acerga.

La flota gallega de cerco no está sola en sus protestas para exigir un nuevo reparto de las cuotas.

El sector de artes menores se subió ayer al carro a través de la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega), que criticó que la distribución de los cupos no es "justa ni equitativa" y mostró su apoyo a los armadores del cerco.

"Es de entender la preocupación y la tensión vivida por este sector", afirma la asociación en un comunicado en el que alerta de que el criterio del histórico de capturas dejará a las artes menores gallegas en una situación "aún más compleja" que la del cerco.

El armador coruñés de bajura Manuel Iglesias, decidió ayer por su parte abandonar "durante unas horas" la huelga de hambre comenzada el pasado lunes en Oza para desplazarse hasta Santiago para acompañar y apoyar a los representantes del cerco.