La manifestación de los armadores y pescadores de la flota del cerco en Santiago por el reparto de las cuotas de la xarda derivó a primera hora de la tarde de ayer en una batalla campal justo al lado del Parlamento. Hubo cargas policiales, disparos de pelotas de gomas, barricadas de contenedores en llamas y una nube de piedras y botellines de cerveza vacíos volando sobre las cabezas. Fue un enfrentamiento duro, aunque apenas duró media hora. La Policía detuvo a tres personas, que fueron puestos en libertad con cargos a media tarde y la Delegación del Gobierno informó de que ocho agentes resultaron heridos de diversa consideración, aunque ninguno de ellos grave. Entre los pescadores, un par de decenas mostraban moratones en su cuerpo provocados por los porrazos y los pelotazos.

La violencia de la protesta alteró también la actividad en el Parlamento. AGE y BNG se ausentaron del pleno en la sesión de la tarde por entender que la reacción policial fue "brutal" y el PSOE declinó defender sus iniciativas, por lo que la sesión concluyó de forma precipitada a las cinco de la tarde. Mientras, en las instalaciones de la Cámara permanecían cinco representantes de los armadores con el objetivo de arrancar el compromiso de una reunión, hoy, con el presidente de la Xunta o con algún conselleiro que no fuera la titular de Pesca. Su intención era quedar encerrados en el Parlamento hasta lograr su objetivo, pero a última hora abandonaron las dependencias ya que obtuvieron la palabra del vicepresidente de la Cámara de poder entrar hoy de nuevo y seguir con las negociaciones para intentar conseguir esa reunión con algún miembro del Gobierno gallego.

"Lo importante no es la carga policial, sino que los marineros estamos en Santiago por una razón. Reivindicamos solo poder trabajar y poder vivir. El resto, los contenedores quemados o las protestas, es lo de menos", aseguraba un representante de la flota del cerco, Andrés García.

La manifestación arrancó a las once de la mañana. En ella participaron unas 1.500 personas, entre ellos un centenar de pescadores asturianos. Había hombres, mujeres y niños. Se dirigieron hacia la sede de la Xunta pero la Policía no les dejó acercarse demasiado, por lo que ya se registró algún forcejeo. Entonces, los marineros decidieron llevar su protesta ante la sede del Parlamento, donde un fuerte dispositivo antidisturbios les bloqueó el camino a diez metros de la Cámara. Los niños y las mujeres se fueron retirando y quedaron algo más de medio millar de hombres.

Hubo un par de brotes tensos, pero sin más al principio. Luego, pasadas las tres de la tarde, los marineros hicieron un barricada con cinco contenedores y le prendieron fuego mientras lanzaban algunas botellas vacías al aire contra los agentes.

La Policía no actuó en ese momento, pero sí un poco después, con las llamas ya sofocadas por los bomberos. Entonces se desencadenó una batalla campal en una calle por la que transitaban peatones libremente y padres y con sus hijos. Los antidisturbios cargaron con porras y pelotazos y los marineros con piedras, botellas y hasta tapas de alcantarillas y alguna silla de bares donde previamente habían estado consumiendo. Los agentes entraron en algunos locales y procedieron a la detención de tres personas: Santiago (de Noia), Mario (Bueu) e Isaac (Portosín). La Delegación del Gobierno asegura que la protesta ante el Parlamento era "ilegal" porque no estaba autorizada -solo lo estaba la de la Xunta- y que los agentes actuaron para "repeler las embestidas de grupos violentos".

Tras la refriega, unos 300 marineros se reagruparon en la Praza Roxa de Santiago a la espera de que salieran de comisaría los detenidos y los cinco representantes del Parlamento.

Los manifestantes sostienen que la distribución de las cuotas de xarda perjudica a Galicia en beneficio de Cantabria y el País Vasco y que les condena a quedar sin trabajo sin que el Gobierno preste atención a sus demandas. Pero la Xunta tiene otra lectura. Argumenta que el reparto entre comunidades es una competencia del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, pero que todos los representantes del cerco lo aceptaron en diciembre, tras una reunión en Madrid, y que a Galicia le corresponde más cuota en 2014 (casi 2.000 toneladas) que en 2013 (1.600) y que el problema es del propio sector gallego por no ponerse de acuerdo entre sus integrantes.

La Consellería de Pesca asegura que mientras una parte quiere una asignación individual, en función del tamaño del barco y el histórico de capturas, otra parte aboga por un reparto lineal de cuota por tripulante, sin importar ningún otro criterio, que es la opción defendida por los manifestantes. Añade además que se les ofreció una reunión con la Consellería de Pesca, pero que rechazaron la presencia de Rosa Quintana.

En su acción de protesta, los marineros recibieron el apoyo de los diputados de la oposición sobre todo de AGE y del BNG, que junto con el PSOE intentaron, en una junta de portavoces extraordinaria del Parlamento, pactar un texto de apoyo a la flota del cerco en favor de un nuevo reparto lineal de las cuotas. Pero no se llegó a ningún acuerdo porque el PP lo impidió bajo el argumento de que el funcionamiento de la Cámara no puede estar condicionado por medidas de presión, ya sean dentro o fuera del Parlamento.