El marisqueo a pie es un oficio que, por tradición, en la comunidad gallega se asocia a las mujeres. Pero lo cierto es que en los últimos años la presencia masculina en el sector va en aumento. El pasado año eran 610 los hombres que contaban con el permiso de explotación marisquera (permex) que expide la Xunta para realizar la actividad, lo que supone un aumento del 55% en comparación con el número de licencias registradas en 2009. Así lo recogen los datos publicados recientemente por la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar, de los que se desprende que el número de permisos de explotación descendió más de un 18% en los últimos seis años en la comunidad gallega.

Las licencias concedidas a las cofradías por el departamento que dirige Rosa Quintana muestran un cambio de tendencia en los últimos ejercicios. Y es que mientras la presencia masculina en el marisqueo a pie va en aumento, la femenina se desploma año tras año. En el caso de los hombres, en 2009 eran 394 los que contaban con el permex para realizar la actividad, una cifra que en los cuatro últimos ejercicios fue en aumento. En 2010 los permisos expedidos a hombres fueron 399; 407 al año siguiente y 475 en 2012.

El mayor incremento se registró el año pasado, cuando 135 hombres se incorporaron a la actividad, con lo que 2013 se cerró con 610 permex, de los cuales más de la mitad se concedieron en la provincia de A Coruña (332). Con todo, a día de hoy la presencia masculina supone el 15,6% de la actividad, cuando hace cuatro años se situaba en el 9%.

El sector es consciente de que cada vez hay más hombres en el marisqueo a pie, un cambio que considera "justo y necesario". "Esta actividad es válida para todos. Por tradición siempre fue más de mujeres, pero últimamente constatamos que hay más hombres", explica la presidenta de la asociación gallega de mariscadoras Agamar, Natalia Laíño. "Muchos son hombres que antes estuvieron embarcados, pero que vivieron al lado del marisqueo toda la vida", señala, para aclarar que, en otros casos, se trata de profesionales que se quedaron sin trabajo y vieron en la actividad marisquera "una salida". "A día de hoy son más los hombres en el marisqueo a pie que las mujeres enroladas en un buque", sentencia Laíño.

Pero el aumento de la presencia masculina en el sector no compensa la desaparición de los puestos ocupados por mujeres. Y es que en los últimos cuatro años 594 mariscadoras abandonaron la actividad, al pasar de las 3.887 registradas en 2009 a las 3.293 del pasado año, lo que supone un descenso de en torno al 15%. A nivel global, sin deferencia por sexos, el número de permex expedidos por la Consellería do Mar descendió más de un 18% en seis años, hasta los 3.903 del pasado año.

Este desplome se debe, según explica el sector, a que las jubilaciones entre los mariscadores a pie superan las nuevas incorporaciones. "La Consellería saca nuevos permex, pero no compensan los puestos que se pierden por jubilaciones o de mujeres que optan por dejar la actividad y pasarse a la industria conservera", explica Laíño, para criticar la "dejadez" de la Xunta en la defensa del sector marisquero gallego. "El marisqueo se muere poco a poco sin que la Administración lo apoye. Parece que su objetivo es cargarse nuestro trabajo y privatizarlo", critica la presidenta de Agamar.

Ante esta situación, el sector reclama al Ejecutivo gallego "políticas de desarrollo" de la actividad, como son la regeneración de bancos, ayudas tecnológicas, fórmulas para aumentar la producción o la búsqueda de una mayor rentabilidad de los productos en "mercados nuevos". "No pedimos dinero para las mariscadoras que no pueden trabajar. Lo que pedimos son ayudas para incentivar la actividad y mejorarla", explica Laíño. "Necesitamos reconvertir a los furtivos que no pueden realizar la actividad por no tener permiso. Deseamos que en un futuro puedan trabajar decentemente, como el resto de trabajadores", concluye la presidenta de las mariscadoras a pie.