El año 2013 ya no estaba siendo todo lo productivo y beneficioso que debería para los pescadores de bajura de la provincia. Poca abundancia y precios bajos a lo largo del curso a lo que sumaron los temporales, especialemente en la recta final del año. Las cofradías coinciden: "En la segunda quincena de diciembre prácticamente no se trabajó". Pero el problema no se quedó ahí. En 2014 tampoco, con lo que ya son tres semanas en las que la flota estuvo amarrada y resguardada en los puertos.

En la amplia mayoría de las artes no se pudo salir a faenar. Así lo constata el presidente de la Federación de Confrarías de Pescadores de Galicia, Benito González: "Se notó la falta de producto en el mercado en unas fechas en las que se suele vender más, pero no se pudo salir a trabajar por los temporales".

Por su parte, el gerente de la cofradía de Cangas, David Fernández, lamenta que "en la semana más productiva del año, en la que se sufragan los gastos del resto del curso, coincidieran esta serie de tempestades".

Los pescadores que usan aparejos o artes con las que extraen centolla, nécora, pulpo o percebes no pudieron salir. En cambio, en las zonas de abrigo sí que trabajaron las embarcaciones de marisqueo y de navajas. Aunque no en todos los puertos, como en Aldán.

"Los únicos barcos que salieron fue para buscar aparejos y poco más, porque con este mar no se puede faenar, es imposible porque aquí nos falta abrigo", explica el patrón mayor de la cofradía, Juan Manuel Gregorio, que ayer se encontraba en el puerto observando los desperfectos dejados por el temporal de la noche anterior. "Ya no se podía ir fuera de la ría, pero es que dentro hay poco de por sí", lamenta, en un año en el que estima pérdidas de un "30 ó 40%" respecto al anterior.

Más hacia el interior de la ría de Vigo, en diciembre se pudieron salir al menos algunos días. "Pero contados. Ahora bien, en lo que va de 2014 fue imposible", comenta Manuel Pena, patrón mayor de Moaña, que añade que las pérdidas fueron "muy grandes, sobre todo por la época en la fue".

En Arousa, como indica el patrón mayor de la cofradía de Cambados, el propio Benito González, "es muy difícil cuantificar las pérdidas, porque los palangreros, por ejemplo, sí salieron, pero está claro que se perdió una ocasión de colocar producto a buen precio".

Y en el puerto de Bueu, el que más depende de la pesca de todo el Morrazo, el patrón mayor de la cofradía, José Manuel Rosas, comenta que esperaban como "agua de mayo" las fiestas para "vender a veces a un precio poco razonable", pero no se pudo salir a faenar en estas tres semanas.

"Aquí no hay salario garantizado y depedendemos de salir a pescar. Y esto suele pasar todos los años, pero nadie se habitúa a no tener dinero en los bolsillos. Y estamos hablando de mucho dinero", sentencia.