El cierre de uno de los polígonos de bateas de Redondela, en la ría de Vigo, redujo de nuevo ayer las posibilidades del sector mejillonero, afectado por un virulento episodio de marea roja debido a la presencia de toxicidad en las aguas, mayoritariamente por un alto nivel de toxinas lipofílicas.

El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) determinó la prohibición de extraer molusco bivalvo en el polígono Redondela A a primera hora de ayer, según recoge el informe de cambios.

De esta forma, deja en seis las zonas abiertas para la recolección de mejillón. Son dos en Vilagarcía de Arousa -que reabrieron este martes- una en Cambados -desde el día 24- y tres en Redondela, localidad que, pese a los sucesivos cambios -cierres y reaperturas-, es en la que la toxina está permitiendo trabajar más a los mejilloneros.