Covadonga Salgado, la directora del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) ubicado en Vilaxoán (Vilagarcía) y dependiente de la Consellería do Medio Rural e do Mar, compareció ayer para dar explicaciones en relación con el "brutal" episodio tóxico que afecta a las rías gallegas y mantiene cerrados 43 polígonos bateeiros y 18 zonas marisqueras. A partir de mañana, a partir de las 8.00 horas, no obstante, estarán cerrados absolutamente todos los viveros flotantes, ya que ayer, como medida cautelar, se decidió prohibir también la extracción en los polígonos que permanecían abiertos en Arousa y Vigo.

Es decir, que a partir de mañana van a estar cerradas las 3.337 bateas de mejillón que se distribuyen en medio centenar de polígonos por todas las rías gallegas. Se toma esta decisión "porque el episodio tóxico está en fase ascendente" y las previsiones meteorológicas "confirman la presencia de vientos de componente sur en nuestras costas a partir de la tarde del domingo". Esto "puede generar una extensión del episodio tóxico hacia las zonas que en estos momentos permanecen abiertas".

Según ayer argumentó Salgado, se trata de una situación "completamente natural y perfectamente controlada", insiste Salgado, pero también un episodio "virulento" que se registró de manera "precipitada e inesperada", por lo que se ha convertido en "el más importante de la historia" desde que hay registros.

No es que la células sean mayores o se presenten en más cantidad que nunca, ya que 2005 fue un año especialmente duro para lo que popularmente se conoce como marea roja. La excepcionalidad en esta ocasión radica en que es la primera vez, desde que hay registros, en la que coinciden en el tiempo las afecciones sobre bateas de mejillón con las provocadas en los bancos marisqueros de infaunales (almeja, berberecho o navajas). Por si fuera poco, los análisis indican que la tendencia de las células tóxicas es creciente, lo cual significa que el episodio puede ir a peor y que quizás se cierren a partir de mañana más zonas marisqueras, pues las bateas de mejillón ya lo estarán por completo hasta nuevo aviso. Aunque todo depende de las condiciones oceanográficas y meteorológicas de próximos días, hay que empezar a prepararse para pensar que los cierres pueden prolongarse "durante meses".

De todo ello informó ayer Covadonga Salgado, que dejó de lado los tecnicismos para despejar dudas, pero sobre todo tratar de tranquilizar a los ciudadanos, consciente de que el desconocimiento sobre lo que representan este tipo de episodios, o bien su mala o errónea interpretación puede dar lugar a una alarma social injustificada que causaría numerosos perjuicios para los productores. Por eso fue rotunda al asegurar que "Intecmar funciona a la perfección y hemos sabido evitar que llegara al mercado producto contaminado", es decir, que todo el comercializado por los cauces legales "está en perfectas condiciones".

Salgado incidió ayer en que el episodio tóxico actual, provocado por las toxinas lipofílicas -entre las que destacan las diarreicas (DSP)-, tiene su origen en "dos dinoflagelados -uno habitual y otro más tóxico- que forman parte del fitoplancton existente en las aguas, y cuya conjunción hace que este episodio sea muy virulento, por eso afectó de manera muy rápida a muchas zonas de cultivo de mejillón en viveros flotantes".